jueves, 31 de julio de 2014

Día 9: El refugio


La mañana amanece parcialmente nublada con precipitaciones (justo encima de la casa), la noche había sido dura debido a los animalejos que se rezagaban del agua, (en el techo de mi habitación), no había podido dormir demasiado. A la mañana siguiente mientras desayuno, le enseño a Brooke la grabación de sonido (que hice durante la noche) para confirmar lo que sospechaba, no tenemos un asesino o súper villano que pasea por las noches alrededor de la casa. Son unos pajarillos que en busca de cobijo se ocultaban de la lluvia.

La mañana aparenta estresante, pero por Brandy (si, no es Bailys, aunque es otra bebida). La chica no para de correr arriba y abajo en todas direcciones, limpiando esto y aquello. Mientras Michael se relaja en el comedor, (también conocida como cantina). En alguna ocasión ha hecho algún comentario machista sobre que las mujeres deben hacer eso. Por lo visto tienen unos roles muy marcados, donde él no hace nada y ella lo hace todo.

Sobre las 14:00 me pego una ducha, esta vez con agua caliente (toda una sorpresa la verdad). Después acompaño a Anna  y Brooke al super a comprar millones de cosas (entre ellas leche para gatos….). El camino es muy interesante, los que en un principio habían caído bien se convierten en objetivo de rajadas…. (pobres Brandy y Michael), es sorprendente la facilidad que tiene la gente para cambiar de idea sobre todo en general. Una vez en el súper, compramos de todo, lo que más me llama la atención es la cerveza, venden estrella Damm (aunque sea a 2€) vale la pena (la cerveza italiana no vale nada).

Saliendo del súper y dirección a la gasolinera, un niño nos intenta vender ropa, amablemente Brooke le compra unos calcetines, de camino a casa, (son como poco las 16:30), intenta hacer una pirula con el coche para ir a la gasolinera, para que os hagais una idea, intento meterse en contra dirección por una rotonda. Por suerte nos cruzamos con un vehículo que venía de frente, el que amablemente le dijo a Brooke que se fuera a la mierda.

Una vez en la casa los dos visitantes no están, se han ido en busca de Wi-fi (por lo visto no les gusta el que tenemos), además aprovechan para trabajar en la web que tienen y perdernos de vista (por lo que se ve tampoco están muy cómodos). La web…. puro postureo.com (no la busquéis es falso) lo que quiero decir es que venden humo, donde predican viajes con el único efectivo de 15€ donde puedes vivir una semana a todo lujo. No pienso hacer publicidad de algo así (aunque me lean tres personas).

Cuando recogemos todas las bolsas, ordenamos todo a gusto de Brandy (ya que se ha apoderado de la cocina) nos ponemos a cocinar, o mas bien Brooke intenta cocinar. Entre queja y queja de los nuevos visitantes, y sus ideas de olla por Narnia se olvida de la comida....Tuvo que hacer tres veces los raviolis.... Eso si ella reía al final de cada frase (algo que no entiendo y que siempre hace). Acabamos comiendo a las 18 de la tarde, y lo mejor de todo no se porque antes de comer se volvió a ir a fumar, (contra más ganas hay de comer más se demora) ya es la segunda vez que me hace esto.

Después de comer disfrutamos de una tarde tranquila y sorprendentemente soleada, la llegada de los visitantes de su paseo relámpago por Barga se dio sobre las 20-21. Aquí comienza la parte interesante, por lo visto Brooke (que obviamente no soporta a los nuevos) no puede verlos sobria, así que lleva tres tardes pillando unos pedos considerables. 

Durante la noche y mientras ayudaba a preparar la cena con Brandy (Anna hace tiempo que no pisa la cocina), Brooke comenzó a hacer apariciones intermitentes (se había bebido ella solita como 2 litros de diferentes vinos, creo). En una de estas apariciones mientras recogía la mesa, me detuvo (intente esquivarla pero fue imposible), me cogió con las dos manos la cara, y comenzó a decirme que tenia que ayudarla a preparar todas las especias picantes para la cena (íbamos a cenar fajitas). Lo que más me preocupo de esas situación era que terminara besándome o algo así de horrible, no sabía como escapar, hasta que conseguí cual mago desaparecer de entre sus garras. Esa fue la penúltima vez que la vi durante la noche. Cuando estaba casi todo listo para comenzar a cenar volvió intento decir cuatro cosas con los brazos abierto y los ojos cerrados, pero solo emitía sonidos, después de eso no se despertó hasta mañana. Sin duda, creo que debería afrontar las cosas de una manera diferente, pero quién soy yo para juzgar.

La cena se repartía de diferentes maneras, silencios incomodos, risas forzadas después de cada broma y mmmm a si sonido de comida. Muchas de las bromas eran tan desagradables como reírse de los acentos italianos para parecer graciosos (lo único que conseguían era parecer más idiotas). Al acabar y después de estar un rato callados, decidimos jugar otra vez al Jinga, al final acabaremos siendo unos expertos. 
Cuando ya veíamos el final de la noche tuve una “conversación” con Anna sobre el refugio de Brooke, al que últimamente acudía con demasiada frecuencia. No obtuve una respuesta demasiado clara, pero yo sabía la respuesta. Mientras tanto, Michael y Brandy hacían piña (ellos dos solos) en el exterior.
Sobre las tres de la mañana tres y media, esperando escuchar a los amables animalillos, escuche frases en ingles acabadas con una risa cual perro en los autos locos, Brooke había despertado de la siesta, no se si estaba más serena o no, lo único que se es que Michael la acompañaba en la conversación.


miércoles, 30 de julio de 2014

Día 8: los visitantes


Como si un libro de Agatha Christie viviéramos, la mañana amanece con rayos y centellas. Continua la lluvia que en un mal sueño deje la noche anterior. 

En la cocina los nuevos visitantes trabajan sin cesar, cambiando las cosas de sitio (en la cocina, en el comedor, o dónde sea, no conocen fornteras). Se les ve un poco tensos de buena mañana, supongo que para causar una buena impresión, aunque también un poco desplazados, supongo que al ser dos es difícil integrarse, aunque se les ve con ganas de esforzarse. 

Después de desayunar tranquilamente de mi bol de leche con cereales de chocolate (parece que los gatos van aprendiendo). Intercambio unas palabras con Michael, (hablamos de él es el único tema que le interesa). Me enseña su instagram, (donde abunda el postureo) y me habla un poco de su página web sobre viajeros. Mientras intercambiamos unas breves palabras sobre sus fotografías, Bailys no para de limpiar, por lo visto tiene una obsesión, además de esquivar a Frede y a todos los animales, no hace otra cosa.

La mañana transcurre rápidamente y comenzamos a hacer la comida, en verdad la hace "Baelys" que se ha apoderado de toda la cocina, relegándonos a un segundo plano, (por mi mejor), aunque se la ve ofendida. Para comer nos prepara, bueno realmente no recuerdo que nos prepara, pero seguro que algo con huevo no para de hacer cosas con huevo, creo que esa es su otra obsesión.
El dato más curioso de la tarde (post-comida), es que inmediatamente después de comer, se puso a recoger la mesa mientras yo preparaba un poco de café. Cuando fue a recoger el baso de Anna, se cruzaron miradas con chispas, Anna dijo algo como -oh! gracias-, "bailys" conteste algo como -Seguro....-. La tensión comenzaba a palparse.

Durante la tarde Brooke que llevaba dos días un poco rara (más de lo normal), se apalanco la botella de vino y hacía esporádicas apariciones donde hablaba con los ojos cerrados. Nada malo, bastante entretenido, es una mujer que disfruta de la vida y no le importa reír con cada frase. Todo esto a Bailys y Michael no les parecía tan bien. Mientras tanto y no demasiado lejos, Anna vomitaba y se caía por las esquinas, algo le había sentado mal, según ella unas setas. AHA! habíamos comido setas (otra vez). 

En el transcurso de la tarde y aprovechando las pocas horas sin lluvia, voy a un punto de reflexión a disfrutar del atardecer, nose porque pero todos los animales me acompañan, un gato, los dos perros y un conejo. El momento es simplemente épico, las vistas ayudan. Al volver se puede palpar la tensión. Frede que estaba especialmente alterado corría en todas las direcciones y los americanos que no se privan en juzgar la educación de niños y animales (simultáneamente) emitían malas vibraciones.

Al caer la noche llega Lorenzo y trae consigo la lluvia. Hablan en la cocina (yo no hablo :D), sin Brooke (desaparecida), todo transcurre amablemente. Anna medio muerta aguanta hasta la marcha de Lorenzo y se refugia (de nuevo) en la habitación. Con mucho tacto sugiero que es la hora de cenar (ellos lo propusieron a las 7...si lo se, no es la merienda tio!).

Para cenar a que no adivináis que prepara, ¡pues no!....huevos revueltos con patatas, en fin. Brooke que aparecía durante el cocinado, intentaba controlar a su hijo que se puso un poco pesadito. No cesaba de toser, no porque estuviera enfermo por jugar bajo la lluvia (que también), pero quería llamar la atención, (es un crio de 4 años que esperas). Por lo visto quien no lo esperaba era Bailis (chan chan hcan).

La paciencia de “los visitantes” se agotaba por momentos, la lluvia no cesaba y encerrados en casa (por la lluvia) no podían escapar de animales y niños. Sus miradas decían más que sus palabras. No estaban demasiado cómodos.

Al acabar de cenar, hablo un poco con Bailys (lo se cada vez lo escribo de forma diferente), para tener un nombre de bebida empalagosa, es bastante llevadera, aunque muy fría y distante (a veces sonríe, incluso ríe). Hablamos de lo típico, de donde eres, que haces o hacías y por sorpresa (a diferencia de Michael) ella se interesa por mi pasado y presnete (interesada o no al menos pregunta). 

Antes de recoger la mesa y con esperanzas de acercarme un poco más a ese circulo, les ofrezco un poco de jamón (ella es vegetariana). Michael acepta, le explico como debe comerlo (pan, aceite, sale,etc...) y suda de mi cara, si literalmente y decide echarle picante. Es en ese momento donde echas de menos el gag de padre de familia, para levantarte de un golpe, saltar por encima de la mesa, y golpearle durante una semana.

Después de este feo, decido recoger la mesa y deambular un rato por la cocina, Baylis con su cara de (XD diremos pocos amigos pero ya sabéis que es *** *******) entra en la cocina y hablamos, por fin saca a relucir su indignación. Intentando comprenderla le digo que estos dos días que llevan están siendo un poco raros, aunque aclaro que es por el tiempo (mmmmm no despotriquemos tan pronto con desconocidos). Sin despedirse, decide acabar la conversación y marcharse de la cocina para tomarse un baño con Michael.

Disfrutando (a solas) del sonido de la lluvia me voy a mi habitación. Es el día que más pronto ha desaparecido todo el mundo ( no son ni las 12:00), sin duda se puede palpar la tensión. Durante la noche.....vuelven a aparecer los ruidos entre la lluvia....esta vez lo grabo para analizarlo al día siguiente.....comienza lo bueno.....poltergeist la secuela.

martes, 29 de julio de 2014

Día 7: el chiste


Y al séptimo día dios descanso, como no somos nada parecido a dioses y vienen los nuevos inquilinos, nos toca trabajar. Nos levantamos por la mañana y desayunamos, esta vez hace un día de cojones (no hay punto medio). Anna prepara unos huevos revueltos, yo miro muy atentamente como los hace me gusta, apreciar el arte de cocinar (también me gusta disfrutar del arte de no cocinar).

Después de desayunar, Brooke que aparece y desaparece, baja a la ciudad después de limpiar la habitación de invitados. Anna y yo barremos, recogemos, limpiamos y fumigamos la casa con ayuda de una amiga de Brooke. El principal y único motivo, una pareja de americanos (definitivamente son americanos), vienen a la casa. Ni el mejor basurero del mundo se podría llegar a imaginar la de mierda que sacamos de la casa; por ejemplo, la cantina, donde hay tres sofás en forma de "U", estaba llena de tierra, ropa sucia amontonada y restos de comida, simplemente increíble (so awesome).

Después de horas y horas de duro trabajo y sufrimiento (no está mal de vez en cuando), llega Brooke con Michael y Balys (realmente no se como se escribe el nombre de la chica). Él es un chico rubio, de pelo largo, alto y fornido ( no es como os lo estáis imaginando, no es Brad Pitt ni por asomo, además lleva unas gafas de sol como cinta de pelo….en fin), ella es más bien castaña, de ojos marrones, delgada y estatura media (creo que de procedencia alemana, Michael sin embargo es de procedencia Polaca aunque nunca haya estado en su país).

En su “presentación” y primera impresión parecen majos (y todo). La mañana es como un chiste (que ya he mencionado), donde un americano, un catalán y un sueco se proponen retos (normalmente no hacen ni puta gracia estos chistes, a ver como acaba). Desde mi punto de vista el reto aquí es ser trabajador, y por el momento, ellos van ganando porque no paran. Solo llegar Balys (jeja cada vez que leo el nombre) recoge la (ya recogida) cocina, mientras que Michael ordena un armario donde TACHAN! hay una lavadora (pensé que tendría que lavar a mano). Viendo la situación y la eficacia de la pareja, decido relajarme después de una dura mañana y acompañar a Anna al pueblo para hacer unas compras de última hora (tabaco y cerveza italiana, lo peor).

En el viaje, Anna comenta -son majos eee-, yo le contesto -eee bueno si, nose, eso parece ¿no?-. Cuando compramos y volvemos a la casa son las cuatro, aunque no comeremos hasta las seis. La comida no se exactamente quien la hace, supongo que entre Brooke y Balys (jeje), esta vez comemos un poco de embutido (made in Bcn por cortesía de mi madre, gracias otra vez), una ensalada (bastante rancia), una especie de revoltillo de patatas y lo mejor setas rebozadas. Lo más gracioso del asunto, es que con la comida en la mesa (y partiendo de las horas que son) cuando nos sentamos, Anna y Brooke se van a fumar. Esta última me dice que no me preocupes que comience a comer, lo define "comer a la italiana" (vaya sin esperar a nadie). 

Durante la comida/merienda y después, se intercambian conversaciones y vino, mucho vino (Brooke acabará durmiendo con su hijo y sin cenar a las 22:00). La pareja de americanos presume de grandes logros como viajeros, por lo visto quieren dar la vuelta al mundo, conocer culturas y darse a conocer (no hacen otra cosa que hablar de ellos y solo escuchar si es conveniente, parecen majos). Como anécdota durante la comida me gustaría destacar que en una de mis incursiones a la cocina pise a un perro, que ni se inmuto (lol).

La tarde transcurre con tranquilidad, paz y armonía, el vino no para de correr y por si no había suficiente Brooke compró más. Frede, el niño, llega al caer el sol y juega con Michael. Parecen una pareja amistosa al fin y al cabo. 

Después de mucho hablar y jugar, nos dan las tantas, el tiempo por aquí pasa volando, Frede está cansado y exige a su madre que lo acompañe a dormir. Con la baja de Brooke, los demás (sobretodo Balys, hacemos o hace, según se mire, la cena); macarrones con especias. 

La noche promete  jugamos al jenga, un juego en el que debes coger bloques de madera sin que se desmonte la construcción y ponerlos justo encima. Quien destruya la construcción pierde. En este caso la perdedora fue Anna, que se tuvo que beber un chupito de Grappa (bebida italiana bastante mala). El siguiente juego de la noche fue una especie de parchís (en pequeño), esta vez ganó Anna. Después de esta (tremendamente larga partida y es que duró muchiiiiisimo) me fui a dormir. 

Rayos y truenos caían sobre nosotros, (raining cats & dogs), el sonido de las gotas se convertía en una hipnosis que te trasladaba al quinto sueño y te hacía olvidar que en la habitación de al lado unos nuevos y desconocidos inquilinos compartían la casa contigo (tu mente decía La ventana indiscreta, Psicosis, bajo el nido del cuco, todo en ese orden). La duda crecía con cada relámpagos que iluminaba la antigua habitación. Como si de una película de Hitchcock ( o un libro de Ruiz Zafón) se tratara, el misterio alimentaba el insomnio, mientras que la imaginación creaba películas de suspense bajo la tormenta de la toscana. Pensamientos que quitaban el sueño acompañados de sonidos extraños en el exterior recordaban películas como Psicosis (si ya lo he dicho pero es que es verdad). 

Entre sueños, me despierta un grito (bueno, un “grito”) que se repite dos veces seguidas y proviene del exterior, me levanto lentamente de la cama y cual Sean Connery al más puro estilo 007, me aventuro en una película de suspense esperando NO encontrar mi Anthony Perkins o mi Dr.No (puestos a mezclar pelis) al otro lado del cristal. Entre la oscuridad, llego a la ventana, abro muy lentamente el postigo, y entre la lluvia que desliza sus gotas de agua como cuchillos afilados por la ventana..........identifico  algo entre gotas y destellos de luz........lo que parece ser…… mi reflejo en el cristal (je,je). 

Cierro la venta lentamente y sin perderla de vista vuelvo a la cama, la lluvia suena más fuerte, y se escuchan pasos en el exterior, arriba y abajo, cada vez más fuerte (junto a mi ventana unas escaleras conducen a la puerta principal, y a la de la biblioteca). La noche esta siendo larga, y el sonido de los truenos y la luz de los relámpagos son mi único compañero y “aliado”.......

PD: s eme olvido comentar que durante la partida al Jengo Michael se callo de culo (realmente gracioso).

lunes, 28 de julio de 2014

Día 6: Gastronomía






El día amanece soleado (por fin), durante la mañana tomamos unos cereales (a la luz del sol) y unas palabras muy sencillas de sueco (quiero decir sencillas porque en comparación con lo visto hasta ahora es jodido). Aprendo unos pocos numeros y un par de frases que posiblemente utilice algún día si aprendo sueco claro (jeje).

Cuando acabamos de desayunar y pasamos la mañana mirando las musarañas nos da la hora de comer, (la cosa se pone interesante). El día anterior (ni el otro) bajamos a comprar comida, con lo que estamos bajo mínimos, por suerte en la nevera se ocultaba un poco de cerdo de un sabor realmente dudoso (a estas alturas puedo decir que no estaba malo). Cuando Anna y yo empezamos a cocinar ( más bien vamos por la mitad del proceso de cocinar) da señales de vida Brooke, (creo que esa tarde no comió nada). Momentos antes de servir la comida sobre las cuatro de la tarde aparece Noa. 

Sobre este chico tengo muchas teorías, nadie lo define como Stalker, pero es el segundo día que ronda por la casa con la excusa de la música. Alrededor de este, creo que Brooke tiene una obsesión; no para de repasar su árbol genealógico y no se cansa de repetir que su padre es italiano, su madre es Americana y todos sus hermanos menos él son genios. Por fortuna, según la opinión de Brooke, le queda la música (si estuviera en su lugar querría prescindir de la música por ser un genio).

Mientras comemos, hablan sobre su próximo y esperado álbum (en la MTV ya se frotan las manos). Cuando acabamos de comer y comienzo a hacer el café aparece Mattia y unos amigos de Noa (los había citado en casa Brooke). Acabamos siendo como 8 personas al rededor de la mesa escuchando las maravillosas canciones de Noa (intento no sonar ironico pero a veces es muy difícil). En un momento de despiste me escapo y me relajo un poco lejos de la música y los desajustes tonales (si, ya lo dice a veces desafina). Creo que fue entra la llega de los amigos y mi escapada cuando Brooke se comió medio pepino a bocados (esa fue su comida).

Entre los visitantes nuevos, hay dos en concreto que me gustaría destacar, uno porque se llama Dani, y en una ocasión visitó Barcelona (que además le gustó) además estuvo en San Sebastian, y me pregunto el porque del toro de Osborne cerca del desierto de los Monegros (lo vio cuando iba dirección Barcelona) mi respuesta fue algo así como, chato esto es peña la tierra donde todas las tonterías son posibles. El otro porque es un puto reflejo de Camarón, pero sin la parte de la guitarra (también visito Barcelona).

Cuando todos se van, se queda Noa (no es un stalker, pero tiene mucha paciencia, ejem ejem). Este se ofrece a llevarnos a casa de Nicola (a pesar del nombre es un hombre y muy grande). La casa de este hombre esta a cinco minutos en coche. 

Una vez en la casa de este hombre, tomamos sitio, y la comida comienza a llover a mares. En ese momento es cuando me di cuenta, la gastronomía italiana definitivamente se compone de dos piezas clave pasta y en este caso Pizza y mucho, mucho, mucho vino. La pizza es realmente buena, y Nicola (el hombre grande) hace una de las mejores pizzas de toda la Toscana, o al menos de Barga (tuve ocasión de confirmarlo). Cuando acabamos de cenar (aprendí a decir en sueco e italiano esto lleno, pero solo recuerdo el sueco: "jag ä mätt" mis clases funcionan :D, realmente el italiano no meinteresa). Justo nos antes de irnos Noa se me acerca cuando Anna no está y me dice casi susurrando: Son diez euros por cabeza. Esta parte es la que me hizo cambiar de idea con el título del día, lo iba a llamar "hospitalidad italiana" (que en realidad van sobradísimos de hospitalidad, de verdad), hasta que me hicieron pagar ( lo se es normal, pero oye a parte de que soy un rata y catalán esto se avisa antes porque cogí 10€ de milagro).

Querría destacara que durante la cena (todo genial) y aunque me cobraran y no fuera un restaurante, la gente fue muy maja, sobretodo el clon de Camarón, y una chica llamada Sofía.

Cuando salimos de Nicola's house, (que por cierto nos invitaron el jueves al mojito's party, algo que espero que mejoren porque el último que me tomé fue horrible) dejamos la pizza party y nos dirigimos a casa de Noa (que conduce y nos lleva en su coche, dato importante porque después nos deja colgados y nos encaloma con Mattia). 

Una vez en casa de Noa tomamos una Guiness entre tres (Noa no bebe nunca, él lo dice pero en esa ocasión ¡lo hizo! lógica italiana, supongo porque era la última). Cuando llega mi tocayo Dani (muy majo él) nos invita a un café, (no se porque extraña razón los residentes en Barga tienen mini cafeteras monodosis). Cuando le doy el primer sorbo al agua negra que desprendía pequeñas cantidades de humo, toco el cielo. Por fin (y de una vez por todas), pruebo un puto café bueno, últimamente solo tomaba mierda negra y comenzaba a perder la fe en el café italiano.

Al terminar el café Noa, Anna y yo dejamos a Dani en la casa (me alegro de marcharnos porque Noa, que apenas le gusta ser el centro de atención, comenzó a narrar y recrearse con sus fotos de perfil en facebook hasta los 15 año) y nos dirigimos a un concierto. La verdad, no me gustaba como cantaba la chica, pero si la chica. La banda que tocaba con ella tampoco era muy buena la verdad (un guitarra, un pianista y un batería), a pesar de ello la gente gritaba: otra!, otra! y otra.....! Lo que más me llamó la atención del concierto, es que estaba Lorenzo, y ni se acercó a Anna, interesante, (sobretodo porque al día siguiente aparecería por la casa).

Justo después de la última canción abandonamos la plaza, caminamos por las antiguas calles echas de rocas y piedras, el olor a pueblo alimenta nuestra visión de una antigua Italia que saca el poeta que cada uno de nosotros lleva dentro. Una vez en la heladería, se piden dos helados, concretamente el de Noa es inmenso y se le romperá el cucurucho a mitad de camino, Anna ni si quiera se lo acaba, pero es que un minibol de helado de pistacho, no es una buena elección. Yo tenia 2,10€ lo invertí todo en casa de Nicola y quería destinar mi ultimo euro  a una cerveza para acompañar la noche. 

Cuando llegamos a la plaza/parque de siempre, compro mi cerveza de dos euros, Anna su vino, y por una extraña razón el camarero (que supongo que iba bebido) me pone dos birras, obviamente, me la quita aun más rápido que me la dio al decirle que no la quiero (sobretodo porque no puedo pagarla).

Sentados tranquilamente en los banco-mesas del parque donde está montado el tenderete, compartimos nuestro tiempo y espacio con los amiguitos de Noa (digo amiguitos porque creo que no llegan a los 18). Cuando Noa decide marcharse porque al día siguiente trabaja, Mattia nos recoge. Juntos (los tres), disfrutamos de la visión de juegos realmente peligrosos. Un grupo de amigos mete a un joven en una hamaca, lo enrolla y lo da vueltas violentamente, lo peligroso es que puede salir volando, y justo al lado tiene un pequeño muro donde podría estrellarse. Cuando dejan el juego de la hamaca, montan unas cuerdas con un arnés, esta vez levantan a uno de los chavales a pulso, pero sigue siendo peligroso porque lo balancean y el árbol donde atan las cuerdas roza la cabeza del chaval en cada vuelta.

Cuando tocan las 2, Mattia nos lleva a casa, no tenemos palabras de agradecimiento para él que tiene el título de stalker y no merecidamente. En la casa Anna y yo tomamos unas cervezas (marca beck's estan realmente malas). Disfrutamos deel final de una noche (cual película o cuadro de Van Gogh) a la luz de las estrellas, sin duda una visión realmente increíble. Intenté sacar algunas fotos pero fue complicado. Como anécdota diré que cuando atentábamos apagar todas las luces (para poder sacar una buena foto) Anna toco el timbre (XD), por suerte Brooke duerme duerme y vuelve a dormir. El frio  después de una hora nos obliga a rezagarnos en la casa. y compartimos los últimos momentos del día antes de ir a dormir. El día a sido largo y mañana tenemos visita.



domingo, 27 de julio de 2014

Día 5: la tormenta perfecta



la fachada
La noche anterior se alargo y lo que parecía un sueño tranquilo y profundo fue perturbado por un estruendoso trueno que estremecía toda la Toscana. Como si se tratara del fin del mundo o el comienzo de un libro de Carlos Ruiz Zafón, litros y litros de agua caían sobre nosotros, o más bien dicho sobre mi porque después de pasear por la casa solo dieron señales de vida los animales.

Lo que eran las 10 de la mañana parecían las 11 de la noche. Me disponía a desayunar en compañía de rayos y centellas, mientras peleaba por proteger mi desayuno (una vez más) contra gatos extremadamente pesados y siempre muertos de hambre. Cuando finalizo la batalla de los dioses por el desayuno, inspecciono la casa, aparentemente abandonada.
la cantina

Fruto del aburrimiento recojo un poco el estropicio de la noche anterior y poco a poco voy descubriendo la cocina que se oculta bajo un cumulo de mierda (solo la descubro un poco, la mierda que amontona desde hace meses es imposible de limpiar por una sola persona humana).

la entrada
Cuando acabo de limpiar la cocina exploro un poco el caserón y me siento tentado a entrar en la habitación prohibida (lo olvidaba, esta habitación fue la primera que me presentaron y lo hicieron con un toque de lo mas tentador y su puerta cerrada diciendo: "nunca, nunca nunca jamás de los jamases entres aquí", obviamente ya he echado un ojo aunque desde el jardín, por la ventana y creerme cuando os digo que esta en unas condiciones peores que la cocina).

la famosa cocina
Por donde iba...a si después de pasar unos minutos mirando la puerta con la tentación de entrar, cotilleo la casa, por cierto una casa que no he descrito aun y que vale la pena invertir tiempo en hacerlo. Como ya dije, tenemos montañas como jardín delantero y trasero, la puerta principal , antigua y de una madera de dudosa calidad siempre esta abierta. El pasillo principal es corto y con un toque antiguo conduce a las escaleras que llevan a los dormitorios en el piso superior. A la izquierda, encontramos la “cantina”, un comedor con una puerta de cristal que da al jardín. Donde acaba la mesa comienza un pequeño salón, todo bajo el mismo techo, y al fondo tres sofás en forma de "U" rodean una abandonada televisión que solo es acompañada de una cantidad desmesurada de DVD's. No hace falta decir que el desorden abunda.

la puerta de los baños
Si volvemos a la puerta principal y giramos a la derecha encontramos la cocina, el techo es el más alto y es sostenido por tres gruesas vigas de madera (todo muy a la antigua). En el medio una mesa de madera llena de desechos de comida sirve de buffet libre para moscas y gatos. La nevera (también llena de mierda en su interior) es disimulada como un mueble y acompañada de una chimenea (que probablemente hace años que no se usa). Al fondo, los fogones y a la derecha una pequeña pica que acompaña la comida de los gatos.

el rellano
En el piso superior encontramos un descansillo, donde hay dos baños uno con una enrome bañera. Una vez acabamos las escaleras encontramos una sala de estar, con sofas y una mini terraza. En esta sala hay 4 habitaciones con sus respectivos números. Tras la puerta numero uno encontramos una gran habitación, presume de una gran biblioteca, y en el fondo una cama y mucho desorden. A veces da miedo pasear por la casa por lo que puedas encontrar. Mi habitación parece sacada de una película la verdad.

Volviendo a mi paseo, descubro que la lluvia en el exterior no cesa y la inmensa además de densa niebla rodea la casa con una espesa capa que impide ver mas allá de la puerta principal, sin duda algo realmente increíble.

la biblioteca
Rondando las cuatro de la tarde Brooke da señales de vida, por lo visto estaba cansada por llevar a Josh a la estación cerca de las 8 de la mañana y acostarse tarde. Rápidamente hace un poco de pasta, y con el último bocado aparece Noa con su guitarra (buscaba a Anna para presumir de sus facultades como cantante, por desgracia para él se tendrá que conformar conmigo y Brooke). Esta última le ayudará con la lista de canciones de un álbum que quiere publicar. En mi opinión no lo hace mal del todo, pero tendría que afinar tanto su voz, como su guitarra.

mi habitación
A la tarde (peor tarde) aparece Anna  (estaba con Lorenzo, aunque ya lo sabíamos), no se cruza con Noa ( no se porque este no es un stalker porque tiene todos los papeles para serlo). Con la aparición de Anna nos preparamos para cenar. Les deleito con unos huevos estrellados con chorizo acompañados de un buen vinito. La noche transcurre entre conversación y filosofía barata sobre puntos de vista y artisteo.

El día a sido tranquilo y un poco de intercambio musical ponen fin a una noche y un día de lo mas interesante.

Para gozar de mis maravillosas fotos podéis hacerlo en instagram: vader_09

sábado, 26 de julio de 2014

Día 4: el desamor en la toscana


Todo comenzó una agradable mañana de verano, el día amanecía tranquilo, era el último día de Josh, el chico de Liverpool, y Brooke quería regalarle una cena de despedida (que entre él y yo prepararíamos, curry y tortilla de patatas). 

La mañana transcurría con normalidad, cereales con leche para desayunar, peleas con los gatos que acechan tu comida, y profundas conversaciones sobre un poco de nada (el pan de cada vaya, bueno pan si alguna vez tuviéramos pan otro material preciado). Una vez desayunados y cagados, nos disponemos a recoger lo que queda de la cocina, digo lo que queda porque en algún momento de su larga vida, eso fue una cocina, ahora ya solo quedan sus restos.

En este capítulo de mi viaje es muy interesante destacar la falta de comunicación de las cosas mal o poco explicadas. La mañana, se transformaba en tarde y la tarde se hacía larga porque eran las tres y no habíamos comido (además nadie decía esta boca es mía, o lo que es lo mismo nada sobe la comida). Mientras esperábamos deambulando como zombis en busca de nuestra presa, Josh y yo manteníamos intelectuales conversaciones sobre cine (emoticono con gafas de sol un poco hipster), es muy interesante conversar con alguien de otra cultura que tiene un punto de vista diferente por su procedencia.





Después de mucho parlamentar, llegan "libzzy" y el original stalker (Matia)  y salimos dirección a Barga, por fin vamos a comer, pero no una comida cualquiera, no, un helado.... (si, mi comida iba a ser un helado. por suerte había desayunado fuerte mi plato de cereales y leche). Una vez en la heladería disfruto sentado bajo el sol de la toscana (como película en la que se dice su titulo) mi heladito de stracciatella y banana, mi estomago furiosos quiere comida de verdad.

Cuando nos acabamos los helados y después de ver como una mujer se tapa con una bandera medio cuerpo desnudo para entrar en la iglesia, nos vamos de la terraza del bar/heladería. Tambaleándome, casi sin fuerzas en las piernas, logro mantener el equilibrio con ayuda de las manos y las duras paredes, al borde del colapso sigo desde la lejanía y solo con la mirada borrosa al grupo. Las piernas me fallan, en un falso movimiento caigo al suelo y me arrastro cual soldado bajo el alambre de pinchos,  mientras las balas cortan el aire, cuando alcanzo a la compañía propongo una nueva estrategia, ir a un bar y comer algo. Misteriosamente todos aceptan alegremente, es en ese momento en el que te haces la pregunta, ¿si tenéis hambre porque coño no lo decís fuckers?

En el nuevo Bar el sol se vuelve matador mientras esperamos nuestra tabla de embutidos y vinos. Disfrutamos de una bonita una terraza (con un toque del más puro estilo italiano) justo en frente del restaurante donde cenamos la noche anterior. Cuando por fin llega la tabla de embutidos, el que prefiere hablar antes que comer es Josh, los demás comemos (una vez más me pregunto porque no dijeron nada si tenían tanta hambre).

A pocos minutos de acabar la tabla de embutidos llegan "libzzy" y Matia que habían ido a por un vestido de ella para la noche. La conversación entre italiano, castellano e ingles se ameniza, finalmente decidimos marcharnos y no por falta de coherencia en el discurso, sino porque es jodidamente tarde y aun tenemos que finiquitar preparativos para la cena.

Una vez en la casa Matia trae una botella de 5 litros de vino (por lo menos). Mientras, cocinamos, (yo la tortilla nueva aliada para sobrevivir a una sartén que no la deja escapar de sus garras, si se pega mientras tanto Josh hace curry), el vino tinto, mide los minutos con sus centilitros desaparecidos, al acabar la cena y tras mucho brindar, la botella casi a tocado su fin, debemos irnos.

Al llegar a Barga trazamos un recorrido que ya conocía de la otra noche, primero unas birras en el bar del otro día (donde estaba el tío anti músicos y poetas), después un paseo por las antiguas calles del pueblo y finalmente llegamos al parque/bar donde la gente que la noche anterior se agolpaba, ha desaparecido (seguro que es por educación para dejarnos sitios y no porque sea muy cutre). Poco a poco me doy cuenta que no hay mucho que hacer en el pueblo. Creo que no soy el único que se ha dado cuenta, el resto de habitantes también lo sabe, quizás por eso beban tanto vino.
Entre vinos y risas Anna lleva toda la noche hablando con Noa (un chico de provecho que habla 3 idiomas y se llama a si mismo músico). Las chispas saltan con cada mirada, lastima que Anna tiene algo así como un novio (y eso que lleva solo dos semanas aquí, a eso lo llamo no perder el tiempo, joder). 

Esta es la parte a la que hace referencia mi título, con Anna siendo cortejada por Noa y a punto de ser rematada, aparece su gran amor italiano Lorenzo, sorpresa. (Me encanta jugar con este suspense). El chico saluda, (es la quinta vez que lo veo y aun no me había dado la mano ni una puta vez, en esta ocasión le enseño un poco de educación al chico de 32 años).  La situación se vuelve muy incomoda con Anna y el artista, Lorenzo que (creo que no es tonto o al menos muy tonto) lo ve y se marcha. En nuestra mesa la cosas sigue igual hasta que Matia dice de irnos (es el conductor, hay que hacerle caso).

Cuando nos levantamos de la mesa, Anna se va con Lorenzo a despedirse supongo, después de 10 minutos Matia le informa de nuestra situación (hola te estamos esperando vienes o k ase). Esa fue la última vez que la vimos.....hasta la tarde siguiente (je,je) al parecer suponía mal y o bien la despedida se convirtió en un me quedo o bien estaban hablando de cómo quedarse.

En el coche de vuelta a casa, "Libzy" y Josh se dan el lote, yo miro por la ventana, es mejor que mirarlos a ellos (demasiado empalagoso). En el vehículo también nos acompaña el desconocido (para mi) hermano de Matia. Cuando llegamos "Libzy" y Josh salen corriendo del coche como si fuera el fin del mundo, parece ser que para consumar su amor infinito en la última noche del Británico. Al entrar por la puerta, me dirijo a la nevera, como un poco de embutido y después de pocos minutos entra Matia preguntando por "Libzy", la que baja casi invocada, parece ser que la despedida fue mas rápida de lo esperado...

Mientras tanto Noa supongo que compone canciones desconsolado con el corazón roto mientras Anna pasa la noche con Lorenzo y yo como jamón del bueno antes de irme a dormir mientras que Matia hace de taxista (eternamente agradecido por llevarnos, dejarnos, movernos y traernos) y lleva a la enamorada (o más bien enchochada "Libzzy")  a su casa.

Os invito a ver más fotos en mi instagram (solo si estáis aburridos claro ): vader_09

viernes, 25 de julio de 2014

Día 3: vinos y "stalkers"

El día comienza soleado, en honor al clima el sol se va alternando con la lluvia, la cosa promete. Cuando me despierto oficialmente, me pego una ducha (de agua fría, o templada, el agua caliente es un material muy preciado) después desayuno acompañado de mi clase de sueco, aunque la cosas no avanza rápido, le pongo interés y en esta ocasión aprendo a decir los días los meses y poco más.

Después de un poco de sueco con cereales, salimos al jardín y hacemos unas pocas fotos mientras disfrutamos del día, como buen intercambio, enseño a Anna cuatro cosas rápidas muy básicas para hacer una foto y que no se mueva o no se queme con la luz.

Para comer, Anna, dueña y señora de la cocina, nos prepara unas maravillosas setas con pan de procedencia sueca que yo ayude a limpiar previamente (un trabajo de chinos, si se me permite la expresión). La verdad es que la comida fue realmente buena, lastima que tuviéramos pocas, por suerte pudimos complementar la comida con unos cuantos kg de embutido (que previamente mi querida madre me dio en Barcelona).

Después de comer, intercambiamos impresiones y posteriormente cada uno se invirtió su tiempo en hacer un poco lo que le dio la gana. En un momento de la tarde como si de relojes perfectamente sincronizados se tratara, coincidimos en el comedor. Brooke habla con un Josh recién levantado que come casi a las 5 de la tarde ( eso me suena a algo muy familiar). Durante la comida, merienda, cena de este, dicha anfitriona nos enseña unos libros de lo más interesante sobre un fotógrafo, Horst, el que curiosamente fue amigo de su abuelo. Posteriormente la conversación deriva en amigos, pintores del pasado y aficionados a Pollock. Todo muy hipster y culto a la vez.

Durante la tarde y después de conversaciones especialmente cultas sobre arte, Brooke nos habla sobre la llegada de nuevos inquilinos el próximo lunes, (o eso creo) concretamente la de un chico de Taiwán que la tiene realmente inquieta, además una pareja que vendrá el lunes de procedencia desconocida para mi (creo que franceses).
Con el caer del sol, nosotros caemos a la ciudad (je,je). Después de aparcar en Barga (en un estacionamiento exclusivo para motos), caminamos entre callejuelas al mas puro estilo el born/raval de Barcelona, todo muy autentico. Banderas italianas cuelgan de las ventanas, las paredes de rocas, y un suelo irregular cierran el sello que hace original dicha ciudad.

Una vez en el restaurante, nos atiende un amigo de Brooke (esto no es difícil porque el pueblo es muy pequeño y todos se conocen), durante la cena nos cruzamos con una serie de personas disfrazadas de una especie de guardia real suiza, esto ameniza la llegada de Lorenzo el "novio" de Anna. Antes de irnos saboreamos de nuevo la tradición italiana con un café "correcto", al parecer una especie de carajillo pero en suave.

Dejando atrás restaurantes, cafés, y guardias suiza con campanadas por el día de Sant cristobal (una historia un tanto particular sobre un santo que el papa hizo real, pero que en verdad no lo es, o algo así), paseamos por las oscuras y antiguas calles de Barga. Cuando llegamos a una plaza (cuyo nombre no recuerdo), la gente se agolpa tomando vinos, y "birra" (cerveza en italiano). La música varía, tocan desde canciones tradicionales italianas hasta covers de Queen.

Lo olvidaba a todo esto Josh está enfermo en casa con un buen gripazo, nosotros tenemos su pizza en el coche la cual llevaremos dentro de 5 horas, pero esto es otra historia que contare más adelante.
Después de un par de vinos y alguna birra los bares de la plaza empiezan a cerrar, nosotros tenemos la ocasión de conocer a gente muy “particular” y de de todo tipo, por ejemplo uno que odia  poetas y  músicos por igual y que a la vez es un fetichista de los pies (lo digo por un par de piropos que le escuche). Las conversaciones con este caballero cobraron interés cuando un miembro del anterior grupo de música mencionado se sienta a tomar algo con nosotros y habla con este hombre (que tiene unas ideas bastante antiguas).

Cuando nos marchamos de esta plaza (entre otras cosas porque nos hemos quedado solos y todos los bares estan cerrados) nos dirigimos entre calles y vinos a una especie de parque donde nos esperan unos mojitos (probablemente el peor que he probado en mi vida por la desmesurada cantidad de azúcar) y muchos borrachos. Mientras transcurre la noche, conocemos gente, mayoritariamente italianos, cada uno con una historia y un vino diferente, pero todas ellas distintas, aunque igual de interesantes, el único problema son los stalkers.

Por lo visto este tipo de personas son los típicos pesados tiracañas conocidos por Brooke como "acosadores". Desde mi punto de vista es el típico borracho que asalta mujeres durante una noche de fiesta.

Cuando decidimos volver a casa, Anna y yo debatimos que hacer con la pizza anteriormente mencionada de Josh, (lleva 5 horas en el coche) finalmente nos comemos la mitad, aunque antes le dejamos una nota explicativa diciendole que mañana Brooke le hará un buen desayuno. Mentira, al día siguiente se comió la otra media pizza y no hubo desayuno.


Después de un dia tan completo lleno de vinos, stalkers, fotografía y arte, parece ser que cualquier día que este por venir no podrá ser superior a este, o si. 


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