Todo comenzó una
agradable mañana de verano, el día amanecía tranquilo, era el último día de
Josh, el chico de Liverpool, y Brooke quería regalarle una cena de despedida
(que entre él y yo prepararíamos, curry y tortilla de patatas).
La mañana transcurría
con normalidad, cereales con leche para desayunar, peleas con los gatos que
acechan tu comida, y profundas conversaciones sobre un poco de nada (el pan de
cada vaya, bueno pan si alguna vez tuviéramos pan otro material preciado). Una
vez desayunados y cagados, nos disponemos a recoger lo que queda de la cocina,
digo lo que queda porque en algún momento de su larga vida, eso fue una cocina,
ahora ya solo quedan sus restos.
En este capítulo de
mi viaje es muy interesante destacar la falta de comunicación de las cosas mal
o poco explicadas. La mañana, se transformaba en tarde y la tarde se hacía
larga porque eran las tres y no habíamos comido (además nadie decía esta boca
es mía, o lo que es lo mismo nada sobe la comida). Mientras esperábamos
deambulando como zombis en busca de nuestra presa, Josh y yo manteníamos
intelectuales conversaciones sobre cine (emoticono con gafas de sol un poco
hipster), es muy interesante conversar con alguien de otra cultura que tiene un
punto de vista diferente por su procedencia.
Después de mucho parlamentar, llegan "libzzy" y el original stalker (Matia) y salimos dirección a Barga, por fin vamos a comer, pero no una comida cualquiera, no, un helado.... (si, mi comida iba a ser un helado. por suerte había desayunado fuerte mi plato de cereales y leche). Una vez en la heladería disfruto sentado bajo el sol de la toscana (como película en la que se dice su titulo) mi heladito de stracciatella y banana, mi estomago furiosos quiere comida de verdad.
Cuando nos acabamos
los helados y después de ver como una mujer se tapa con una bandera medio
cuerpo desnudo para entrar en la iglesia, nos vamos de la terraza del bar/heladería.
Tambaleándome, casi sin fuerzas en las piernas, logro mantener el equilibrio
con ayuda de las manos y las duras paredes, al borde del colapso sigo desde la lejanía
y solo con la mirada borrosa al grupo. Las piernas me fallan, en un falso
movimiento caigo al suelo y me arrastro cual soldado bajo el alambre de
pinchos, mientras las balas cortan el
aire, cuando alcanzo a la compañía propongo una nueva estrategia, ir a un bar y
comer algo. Misteriosamente todos aceptan alegremente, es en ese momento en el
que te haces la pregunta, ¿si tenéis hambre porque coño no lo decís fuckers?
En el nuevo Bar el
sol se vuelve matador mientras esperamos nuestra tabla de embutidos y vinos. Disfrutamos
de una bonita una terraza (con un toque del más puro estilo italiano) justo en
frente del restaurante donde cenamos la noche anterior. Cuando por fin llega la
tabla de embutidos, el que prefiere hablar antes que comer es Josh, los demás
comemos (una vez más me pregunto porque no dijeron nada si tenían tanta
hambre).
A pocos minutos de
acabar la tabla de embutidos llegan "libzzy" y Matia que habían ido a
por un vestido de ella para la noche. La conversación entre italiano,
castellano e ingles se ameniza, finalmente decidimos marcharnos y no por falta
de coherencia en el discurso, sino porque es jodidamente tarde y aun tenemos
que finiquitar preparativos para la cena.
Una vez en la casa
Matia trae una botella de 5 litros de vino (por lo menos). Mientras, cocinamos,
(yo la tortilla nueva aliada para sobrevivir a una sartén que no la deja
escapar de sus garras, si se pega mientras tanto Josh hace curry), el vino
tinto, mide los minutos con sus centilitros desaparecidos, al acabar la cena y
tras mucho brindar, la botella casi a tocado su fin, debemos irnos.
Al llegar a Barga
trazamos un recorrido que ya conocía de la otra noche, primero unas birras en
el bar del otro día (donde estaba el tío anti músicos y poetas), después un
paseo por las antiguas calles del pueblo y finalmente llegamos al parque/bar
donde la gente que la noche anterior se agolpaba, ha desaparecido (seguro que
es por educación para dejarnos sitios y no porque sea muy cutre). Poco a poco
me doy cuenta que no hay mucho que hacer en el pueblo. Creo que no soy el único
que se ha dado cuenta, el resto de habitantes también lo sabe, quizás por eso
beban tanto vino.
Entre vinos y risas
Anna lleva toda la noche hablando con Noa (un chico de provecho que habla 3
idiomas y se llama a si mismo músico). Las chispas saltan con cada mirada,
lastima que Anna tiene algo así como un novio (y eso que lleva solo dos semanas
aquí, a eso lo llamo no perder el tiempo, joder).
Esta es la parte a
la que hace referencia mi título, con Anna siendo cortejada por Noa y a punto
de ser rematada, aparece su gran amor italiano Lorenzo, sorpresa. (Me encanta
jugar con este suspense). El chico saluda, (es la quinta vez que lo veo y aun
no me había dado la mano ni una puta vez, en esta ocasión le enseño un poco de
educación al chico de 32 años). La situación se vuelve muy incomoda con
Anna y el artista, Lorenzo que (creo que no es tonto o al menos muy tonto) lo
ve y se marcha. En nuestra mesa la cosas sigue igual hasta que Matia dice de
irnos (es el conductor, hay que hacerle caso).
Cuando nos
levantamos de la mesa, Anna se va con Lorenzo a despedirse supongo, después de
10 minutos Matia le informa de nuestra situación (hola te estamos esperando
vienes o k ase). Esa fue la última vez que la vimos.....hasta la tarde
siguiente (je,je) al parecer suponía mal y o bien la despedida se convirtió en
un me quedo o bien estaban hablando de cómo quedarse.
En el coche de
vuelta a casa, "Libzy" y Josh se dan el lote, yo miro por la ventana,
es mejor que mirarlos a ellos (demasiado empalagoso). En el vehículo también
nos acompaña el desconocido (para mi) hermano de Matia. Cuando llegamos "Libzy"
y Josh salen corriendo del coche como si fuera el fin del mundo, parece ser que
para consumar su amor infinito en la última noche del Británico. Al entrar por
la puerta, me dirijo a la nevera, como un poco de embutido y después de pocos
minutos entra Matia preguntando por "Libzy", la que baja casi
invocada, parece ser que la despedida fue mas rápida de lo esperado...
Mientras tanto Noa
supongo que compone canciones desconsolado con el corazón roto mientras Anna
pasa la noche con Lorenzo y yo como jamón del bueno antes de irme a dormir
mientras que Matia hace de taxista (eternamente agradecido por llevarnos,
dejarnos, movernos y traernos) y lleva a la enamorada (o más bien enchochada
"Libzzy") a su casa.
Os invito a ver más
fotos en mi instagram (solo si estáis aburridos claro ): vader_09
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