domingo, 31 de agosto de 2014

Día 6: free tour


La mañana comenzaba soleada, una novedad, buen tiempo en Escocia. Desayunábamos mientras disfrutábamos de la tranquilidad de un buen apartamento en una zona más o menos céntrica. El desayuno se componía por los típicos ingredientes, leche con cereales (fría porque el microondas era "complicado"), tostadas y mantequilla. Después las respectivas duchas y incontables peleas para lograr que un calentador de procedencia británica funcionara al gusto (son diferentes hasta con las duchas). El último en ducharse fue Javi que se recrea y se vuelve a recrear, al terminar su ducha, nos sorprendió a todos con una piscina privada en el cuarto de baño.

A las 9:30 salimos dirección al free tour por Edimburgo, duró dos horas y media, (valió la pena). Nuestro guía Marcos hizo (hizo un buen trabajo), nos explicó un gran numero de anécdotas e historias relacionadas con la capital de escocia. Historias de cementerios, de personajes emblemáticos que han marcado un antes y un después en Edimburgo, perros fieles que hacen compañía a su dueño hasta en la tumba, o historias de castillos y nombres de pubs, realmente recomendable y muy interesante. Durante un intermedio de diez minutos (para descansar de tanto paseo y explicación) salí en busca y captura de un café, tuve ocasión de conocer a una dependienta italiana llamada Martina, (muy maja)  creo que me sirvió el expreso para llevar mas caro y mas malo que he probado nunca. Al reunirme con el grupo y descubrir que Javi se había ido (por lo visto no le gusto el guía o su explicación, muy raro todo). Después de descubrir su marcha pasamos a otros temas de vital importancia "que pagarle al guía", al ser un free tour se paga la voluntad, Cristian y Alberto querían pagar 10 pouns, Marc y yo 2. Esto inició otra discusión, como no querían pagar "tan poco", preferían entregar el dinero por su cuenta (ellos dos juntos) dejándonos de lado, por lo visto les interesaba quedar bien con el chico. Después de un largo rato de debate (para variar), subimos un poco nuestro pago y aceptaron (haciéndonos un favor) entregar el dinero juntos. Marc y yo tuvimos que ir a buscar cambio y si, fuimos a la amiga italiana, aunque antes probamos en otra tienda que nos obligaban a comprar.

Cuando acabamos la visita guiada con una ventolera que congelaría a cualquiera, volvimos a la casa, preparé un poco de arroz con huevos fritos y tomate, aunque este último llegó muy apurado para los cinco (Marc apenas pudo cubrir 4 o 5 granos de arroz). A la hora de hacerse (cada uno) los huevos se inició una nueva discusión, por lo visto la manera que Marc tenía de hacerse los huevos no le gusto a Cristian el que de una manera un tanto hostil y con un par de gritos le enseño como se hacían (Marc huyó despavorido sin acabar de hacerse el huevo). El siguiente turno fue para Alberto, con miedo y cautela se acercó a la sartén golpeo el huevo contra el canto, manchado por medio huevo de Marc, y al tercer golpe lo lanzo (porque lo hacía todo a distancia) a la sartén. Entre los residuos del huevo de Marc, el miedo al aceite y los cara de susto, Cristian se levantó para hacerle un huevo y nuevamente con un tono hostil le dijo como debía hacerlo. 

Durante la comida, la conversación cedió paso a la discusión (nuevamente), esta vez hablaban sobre la pobreza en España y las oportunidades aprovechadas o desaprovechadas, una conversación interesante si se hubieran respetado las diferentes opiniones y no se hubiera elevado el tono. Con el último grano de arroz decidí salir a tomar un café Marc y Javi vinieron conmigo, el resto se quedó echando la siesta. Fuimos a la cafetería de la chica italiana, que nos quedaba a 5 minutos del apartamento, muy maja ella nos indicó que Pubs son los mejores o mas económicos (tristemente todos son carísimos). Al acabar el café fuimos a hacer una visita al museo natural, disfrutamos de animales disecados, aviones, coches y la famosa y carismática oveja Dolly. Marc se fue antes tenía que ir a Celtic Park a ver el partido, Javi y yo nos quedamos en el museo hasta que cerro.

A las  17 el museo cerro y nos echaron, decidimos ir a dar una vuelta por la ciudad y explorar, visitamos nuevamente los puntos del tour y disfrutamos de una visión diferente además de hacer más fotos. Después nos pateamos todo Edimburgo y acabamos en un pub simplemente increíble "the world's end". Se llamaba así porque simbolizaba el final de la ciudad, lugar donde acababa el mundo para los ciudadanos de otra época que nunca antes habían traspasado las fronteras. Después de bebernos una pinta y localizar una copistería fuimos a casa para cenar, por el camino hicimos una foto a una maravillosa puesta de sol.

Para cenar unas patatas fritas y unos huevos estrellados, cuando acabamos el plato salimos a buscar bares donde poder echar unas pintas. No fuimos muy lejos, todos los pubs de la zona son de lo mas "cool" lo que es sinónimo de caro. Con nuestra tercera pinta, en el tercer pub cerramos el chiringuito y nos fuimos a dormir, fue un día de lo más productivo.

Día 5: Edimburgo última parada

El día comenzaba más tarde que nunca, eran las 8 y poco cuando Cristian desbloqueaba el trofeo al primero en despertarse. Los demás, uno tras otro fuimos amaneciendo. La mañana comenzó animada, entre bromas íbamos cogiendo tanda en la ducha del hostal, la mejor de todas hasta la fecha.

El desayuno se completaba con cereales, leche, tostadas con mermelada de diferentes sabores y café, nos pusimos hasta el culo, el mejor desayuno desde el primer día. Una vez listos, con la habitación recogida y las maletas en el coche nos despedimos de nuestros amigos franceses, con los que habíamos coincidido también en este último hostal (aunque esta vez en diferentes habitaciones) y fuimos a dar una vuelta rápida (muy rápida) a Inverness antes de partir hacia Edimburgo. Nunca volvimos al lago Ness.

La visita por el pueblo, capital de las tierras altas y con una temperatura excesivamente fría debido al clima oceánico subpolar, se visitó con un cohete en el culo. No habían pasado ni cinco  minutos cuando perdimos de vista al comando pulsera. Cuando nos los volvimos a cruzar intentamos pactar una tregua amistosa y satisfactoria para ambas partes, es decir, un punto medio en la velocidad entre ambos grupos, por desgracia en la siguiente  calle los habíamos perdido. La conversación no sirvió de nada, pero Javi y yo lo asumimos con deportividad y visitamos la ciudad por nuestra cuenta, por suerte todo aquello es pequeñ y casualmente nos encontramos en un pequeño castillo  que hay en medio del pueblo. Una vez más todos juntos, encendimos el petardo, eran las 11 y teníamos que estar en Edimburgo antes de las 17. Después de visitar la ciudad en tiempo récord y llegar al coche con un ritmo anormalmente acelerado (todos juntos, porque ya pasé de hacer más fotos) nos pasamos media hora en el coche para conectar un móvil al bluetooth (a esto lo llamo ironía). Antes de salir, debido al calor y las tres horas de viaje me cambié de pantalón,  este clima es digno de estudio.

Una vez en el coche dirección Edimburgo y con tres horas por delante, las conversaciones eran lo más interesante (digno de estudio, como el clima), ejemplo, Alberto tomaba la iniciativa con algún tema, entonces Cristian comentaba algo, inmediatamente Javi daba una respuesta totalmente contraria a la del primero, a partir de aquí el debate o discusión estaba servido, este proceso se realizaba exactamente a la inversa, una opinión de Javi despertaba contradicciones en Cristian, y este se lo hacía saber, un buen ejercicio de intransigencia, en el fondo era divertido (al principio) y amenizaba unas vistas que no acompañaban, (asfalto y más asfalto demasiada monotonía). En estas discusiones normalmente participaba Alberto que es un valiente, Marc y yo nos manteníamos al margen (en el 99,9% de discusiones me atrevería a decir). Así todo el viaje.

Al llegar a Edimburgo y encontrar el apartamento tuvimos que llamar a la agencia para que nos trajeran las llaves. Cuando el hombre llegó y nos abrió la puerta de entrada la imagen acojonaba, además tenía un molesto olor a humedad y gran cantidad de (mierda) suciedad que echaban para atrás, por suerte el piso estaba impoluto, era simplemente perfecto. Durante la tarde descansamos un poco del viaje, nos "relajamos", escuchamos discusiones sobre patatas fritas y toallas sucias en el baño, hasta que nos pusimos a preparar el horario de los días venideros. Contratamos un free tour para el día siguiente (10 am) con el fin de conocer un poquito más la ciudad y otro de terror para la última noche (21 pm).

Cuando estuvimos listos, con las maletas desechas, meados y cagados, hicimos una lista de la compra para los próximos dos días y salimos a buscar un súper, tardamos poco, hay uno justo al lado del apartamento. Con la comida en la nevera, cenamos unas pizzas dentro del horario escoces, las 19. Mi pizza de chorizo picante y queso salió la última, muy (ojo ironía) amablemente decidieron esperarme (aprendí rápidamente la dinámica, no esperar a la hora de comer).

Después de cenar salimos a dar un paseo por la ciudad, las casa eran bajitas, con grandes y viejas ventanas blancas, decoradas con techos de teja y chimeneas, cual pueblo. Cuando volvimos al apartamento después del paseo y perder al grupo (otra vez) o ellos perderme a mi (otra vez), Marc descubrió que el celtic jugaba al día siguiente la fase previa de la champions, la idea era seductora, pero hacer 140 km para ver un partido no me convenció, aunque me lo tuve que pensar mucho, seguro que es una experiencia única. Después de comprar las entradas para Alberto, Cristian y Marc cada uno se fue a dormir.

sábado, 30 de agosto de 2014

Día 4: visitas express

La mañana comenzaba a las 7 (hora escocesa), Javi era el primero en despertarse y se encargaba de avisar a todos de la hora que era (no le hicimos mucho caso). Cuando volvió de la ducha le robé las chanclas (me he dejado las mías en Bcn), una vez cagados, duchados y cambiados fuimos a desayunar, aunque no sin antes despertar a los miembros foráneos de la habitación (los dos que quedaban). Un francés y su respectiva  novia.

Javi y yo fuimos los primeros en llegar al comedor, por desgracia solo había una mesa libre , la peor, la coja. Cuando llegaron los demás tuvieron la suerte de poder sentarse en otra mesa (he de decir que en la nuestra solo cabíamos 3). Mientras preparaban el desayuno Alberto se encargó de hacerle al coche su rutinaria revisión. Volvió a la mesa (con su desayuno) sembrando la semilla del miedo y el pánico, había encontrado un golpe en el maletero (según sus deducciones detectivescas causa de un golpe con la maleta) y una rayada en la puerta. Después de desayunar (con la intriga en el cuerpo) fuimos a cargar el equipaje, el golpe del maletero venía de serie cuando cogimos el coche, la rayada de la puerta era obra de una ramita vengativa. Antes de poner rumbo al faro de Niest, Marc y yo firmamos el libro de visitas del Hostal con una bonita dedicatoria: "Gràcies per la vostra hospitalitat, visca Catalunya y Escòcia lliures".

Dirección al faro hicimos una parada improvisada para en el castillo de Dunvegan . La entrada costaba más de 10£ y la verdad  no había  muchas ganas ni de pagar eso, ni de visitar el castillo (en verdad no lo visitamos porque Marc es un ratilla), así que pusimos rumbo al faro después de que una amable mujer nos indicara el camino en un mapa.

De nuevo en la carretera y después de que Marc nos deleitara con un sin fin de increíbles canciones, entre ellas openings de bola de drac (según él son para aquagym, pobrecillos), llegamos al faro. El camino fue complicado y es que solo había un carril, cada vez que nos cruzábamos con un coche teníamos que salirnos a una especie de apeadero y ceder el paso (o al revés). Entre esto y las ovejas el caminos fue de lo más entretenido.

Al llegar, mientras buscamos sitio y después de esquivar a las diferentes ovejas/obstáculos del parking (que huían despavoridas cada vez que me veían con la cámara) aparcamos el coche. A la hora de estacionar el vehículo vivimos una pequeña odisea porque Cristian golpeó una roca con la parte de inferior del coche (se que después de leer esto me odiará un poquito más) él se defendió diciendo que fue gravilla (todos sabemos que no lo fue) pero casi nos pega así que tuvimos que darle la razón (ahora me odia un poquito más que antes, lo se).

Cuando bajamos del coche seguimos un estrecho camino, llevaba a un paisaje digno de película (no de Harry Potter). Las vistas las comenzaban con unas  inmensas llanuras verdes, al fondo las completaban un imponente acantilado que daba justo al mar. Nuevamente una visión que recordar por su grandeza, aunque lo bueno no acababa aquí, siguiendo el camino de tierra, pudimos rodear una parte del acantilado que se alzaba sobre el resto de la superficie creando una pequeña colina que ocultaba el faro blanco que con mucha elegancia decoraba una paisaje inolvidable con unas vistas simplemente maravillosas. Lo más anecdótico de la visita es que constaba de dos expediciones, la exprés (con pulsera amarilla para saltar la cola) compuesta por Alberto, Cristian y Marc y la lenta en la que íbamos Javi y yo (sin pulsera). Cuando nosotros íbamos ellos volvían, gran parte del retraso eran las fotos, aunque no es necesario correr para visitar y disfrutar de las increíbles vistas (opinión de un humilde servidor).

Al subirnos en el coche se recordó el "golpe" producido al aparcar debido a que Alberto, (con buena fe) revisaba nuevamente el vehículo, a Cristian no le debió sentar muy bien, se podía ver la tensión reflejada en su rostro en cada centímetro que Alberto revisaba. En el interior del coche se mantenía por el momento una apaciguada atmósfera que con un falso movimiento podía disiparse. Al salir del faro hicimos una breve parada en un mirador que simplemente era maravilloso, después de cambiarme los pantalones (hacía mucha calor para llevar tejanos) seguimos nuestro camino de cabras y ovejas.

El desplazamiento era largo, teníamos como destino las Fairys Pool y el tiempo apretaba. Al llegar aparcamos cerca del inicio del camino, en un pequeño parking, cogimos un poco de provisiones y nos pusimos en marcha, el camino eran 5 millas una hora andando. El sendero destacaba por sus inmensos e intermitentes  barrizales que eran capaces de absorberte hasta la rodilla cual arena movediza. Cada dos pasos nos veíamos obligados a saltar o buscar un camino alternativo entre la maleza, esto tampoco era fácil, un paso en falso, resbalón y al barro.  Valió la pena disfrutar del paisaje, el río y las pequeñas, aunque en ocasiones grandes cascadas acompañadas de unas verdes y majestuosa montañas que se alzaban entre los inmensos prados. En esta excursión el grupo de la pulsera repetía, mientras que los otros dos miembros restantes nos resignamos haciendo fotos.

Al volver al coche nos retrasamos mucho en el horario establecido, incluso nos paramos a comer antes de irnos, lo cual nos retraso todavía más (en los planes establecidos), se podía leer (a Km o mi en esta caso) la "rayada" de Cristian (que ni si quiera comió, solo entraba y salía del coche), en una de estas nos informó de que se suprimía una excursión a las cascadas Foyers, bueno, el timming es más importante que visitar según que. Es una pena porque la guía bolt espargaró recomienda con mucha insistencia esta visita. 

La vuelta a la carretera fue tensa, la pacífica atmosfera ya no existía, Alberto se preocupaba por el estado anímico y emocional de Cristiano que estaba mosqueado (se que dirá que no, pero lo estaba). Poco a poco y contra más nos acercábamos al lago Ness el agua volvió a su cauce, no se si fue por la gran banda sonora con la que nos deleito Javi, o porque Marc y Alberto se pasaron durmiendo todo el camino e involuntariamente coreografiaron un movimiento muy coordinado de cabezas (que Javi más de una vez tuvo que esquivar).

Al llegar al lago lo que más me impactó fue su gran tamaño, ideal para que viva un solo monstruo, no me extraña que sea tan difícil de encontrar. Con una breve parada, un par de fotos y la merienda de Cristian y Alberto finiquitada, nos pusimos en marcha dirección Inverness un pueblo cerca del lago. Por el camino vimos una cantidad ingente de tiendas y hoteles sobre el lago Ness y su mascota. A eso lo llamo yo explotar la marca.

Al llegar al "pueblo" me pareció de los más grandes que habíamos visitado, tenia un toque antiguo por el estilo de casas pequeñitas con chimeneas, (muy rollo Ámsterdam a mi parecer) con su canal en medio y todo. Cuando encontramos el Hostal, y después de hacer una parada para buscar la calle exacta, disfrutamos de una habitación para los 5. La verdad es que estaba muy bien, era limpio, grande, acogedor, de los mejores vaya, Javi mostró su euforia incontables veces (desbordada felicidad, supongo que por tener habitación para nosotros y por el high level del hostal). La verdad es que lo más gracioso fue el momento de pagar en cash, Marc aun no conoce las monedas después de 4 días y cuando se trata de juntar dinero entre 4 nunca es fácil, menos así. Vamos a anécdota por día. 

Una vez instalados y listos, nos pusimos en marcha para buscar un pub donde ver el Barça, vimos muchos bares/pub con nombres en español en concreto uno que se llamaba "la tortilla asesina" el logo era una bandera española con un toro (no comments). Finalmente encontramos un Pub donde echaban el partido y pudimos disfrutar de nuestra primera victoria con un pinta Carlin. A la hora de cenar fue mas complicado, el bar cerraba la cocina a las 21:30 y eran las 22 y pico, acabamos cenando en el McDonald (bueno Javi y yo no, a mi me da bastante "repelús").

Después de cenar pusimos rumbo al hostal, allí cenamos (Javi y yo en la cocina), después los cinco compartimos una tranquila habitación sin intrusos. Por cierto ese día solo nos llovió una vez y 5 minutos todo un record.

Pd: la guía bolt espagaró, catalogada como imprescindible por viajeros de todo el mundo, recomienda al 100% el hostal hillview de inverness.

domingo, 24 de agosto de 2014

Dia 3: De Harry Potter a los inmortales

Nos despertamos sobre las 8:30 hora escocesa, Javi fue el más madrugador (fue él, quien me despertó). La mañana transcurría con normalidad hasta que topamos con la nevera. Dos chicos procedentes de la India (con los que compartíamos habitación) llevaban con ellos una nevera que hacía un ruido infernal (ya tuvimos problemas la noche anterior cuando fracasamos en el intento de apagarla). A la mañana siguiente las dudas nos asaltaban, ¿que llevaban en la nevera? ¿serían Organos? (La ida del tráfico de organos era la más atractiva para nuestra imaginación conspiratoria). Antes de abandonar el hostal, Marc (que estaba en el baño) fue asaltado (accidentalmente) por otro miembro desconocido de la habitación mientras salía de la ducha, el amor se respiraba en el ambiente. Después de que viviera su breve, pero intensa, historia de amor continuamos con el viaje (todo fue muy bonito i cluida la despedida).

Nuestra siguiente parada fue el monumento Glenfinnan. Un alto monolito con una figura en su extremo que hace honor a la derrota de los jacobitas en 1745. Junto a este monumento tenemos el viaducto por donde pasa el tren Jacobita. Si, es el tren que aparece en la película de Harry Potter y el prisionero de azkabhan. Antes de esta visita hicimos una parada en un Aldi para comprar provisiones y poder comer y cenar sabado y domingo. No tenían una gran variedad, pero algo compramos para no morir de inanición.

En el monumento Glenfinnan las vistas eran inmejorables, como guinda del pastel disfrutamos de la presencia de tres majestuosos ciervos que embellecían algo que parecía imposible mejorar,  un idílico paisaje con su "mágico" viaducto que servía de telon de fondo para unos prados y una lago que hacían de cualquier foto una preciosidad. Entre fotos y ciervos pudímos ver el paso del famoso tren de los jacobitas que dejaba tras de si una inmensa columna de humo. Un tren imponente y negro con una poderosa locomotora que avisaba de su llegada con un sonido (ruido) único. Durante su paso por encima del viaducto,  fue el objetivo de todos los fotógrafos que peleaban por capturar la grandeza del momento.

Después de deleitarnos con las vistas y dejar atrás acueducto y monumento Glenfinan fuimos a la busqueda y captura de el castillo de Eilean Donnan. El viaje era largo (100km) pero íbamos haciendo paradas en monumentos y vistas admirables. Es increible la cantidad de monumentos que hacen en memoria a los caidos de las diferentes guerras de la historia. Nuestra siguiente parada fue un rio bajo un bonito puente de roca que decoraba el  último paisaje antes del castillo.

Una vez en el castillo de Eilan Donnan ( donde se han grabado películas como breavheart o los inmortales) comimos unos bocadillos antes de comenzar la visita.  Momentos previos Javi comenzó a cobrar protagonismo con unos pocos resbalones que solo anticipaban su gran momento. Cuando llegó la hora de comprar los tickets todo se desarrollaba con normalidad hasta que le tocó el turno a Javi. Se abrió una nueva cola y él la estrenó (además de una forma muy particular), en silencio le dio el dinero, 20£ (la  visita eran 6,50£), el silencio se alargaba y la  mujer esperaba una indicación (que no llegaba) para saber que debía entregarle. Finalmente y para sorpresa de todos Javi le quitó rápidamente el dinero de la mano a la mujer (que inmobil lo sostenía desde que lo había recibido entre los dos) y compró el ticket a la otra vendedora con un rápido cambio de  cola ( nunca sabremos quien ganó la battalla psicológica de las 20£). Sin duda fue una de las anecdotas del castillo, la otra y menos interesante hace referencia a un cuadro que ocupaba una de las paredes de las habitaciones. En ese  momento conteplabamos el lienzo, Javi, Alberto y yo, en el cuadro observamos personajes con uniformes militares, y con ánimo de gastar una broma les dije: mirar comandantes de las SS, por desgracia los de atrás no lo tomaron como una broma y se lo creyeron, lo sabemos porque la mujer de atrás comentó: -la rendición nazi- obviamente no tenía nada que ver.

Al salir del castillo tomamos nuevamente la carretera (Cristian nos deleitó con un par de movimientos magistrales, estoy convencido de que se indignará al leer esto), todos están muy preocupados por el coche, tiene un par de rayadas y un golpe en una llanta, Alberto muestra su preocupación cada vez que puede, vive preocupado.

Nuestra siguiente parada fue el Hotal Skyewalker, si (no es un errata) es un homenaje a las islas y a star wars (muy original todo). Antes de llegar al hostal y como era de esperar nos perdimos (la verdad es que está muy escondido y alejado del mundo en general). Durante nuestra perdida Marc se dedicó a pedirle a Javi fotos haciendo el perrito por la ventanilla (lengua fuera incluida). Cristian se ponía nervioso al ver la situación, Alberto, bueno él estaba ahí, sentado en el medio y robandole galletas oreo al perro del Marc.

Finalmente encontramos el hostal, la cosa pintaba muy bien, habitación de 8 (teniamos 3 invitados). La verdad , en cuanto a hostales vamos de menos a más. Nuestra siguiente parada fue un pueblecito (muy mono) llamado Portree, nos costo mucho encontras aparcamiento para lo que pequeño que es. En el pueblo dimos un paseo rápido pero intenso, Javi aprendió a echar una foto minimamente decente y tuvo tiempo de enamorarse (de una chica tocando el arpa) como ya digo un paseo rápido pero intenso.

Cuando terminamos con el visita express volvimos a la carretera, es uno de nuestros lugares más frecuentados, por suerte el paisaje acompaña con hermosos prados verdes y montañas a lo lejos. Ibamos rumbo a una excursión en el Old man of storr, con cierto retraso, la noche y el tiempo se nos echaban encima. Cuando llegamos a nuestro destino pudimos deleitarnos con una montaña imponente y un camino breve que nos llevó a unas vistas muy respetables, podíamos ver prados, lagos y montañas de toda Escocia (o de casi toda) pero todo muy bonito y relajante (que ya hacía falta).

Dejando atrás el monte pusimos rumbo al acantilado de Kilt rock, nos volvimos a perder por una pequeña confusión, Javi y yo creiamos que nos dirigiamos a un pub a tomar algo y cenar, ¡error!, esto provocó una breve disputa porque Javi, que era el copi, vio un cartel dirección a nuestro acantilado pero no dijo nada, al menos, durante nuestra perdida, vimos una de las famosas vacas con flequillo, muy graciosa y gordita.

Cuando llegamos al acantilado gran parte del suelo era un barrizal, (podeis imaginar como está el coche) pero las vistas al mar valieron la pena, a la izquierda una cascada, el acantaliado a ambos lados, a lo lejos el faro, y por todas partes el imperturbable (y ya mencionado) mar. Después de un par de fotos y ver conducir a un temerario Javi y la abuelita del Marc pusimos rumbo al Hostal (pero esta vez sin perdernos).

Al llegar allí ya teniamos tres inquilinos durmiendo en la habitación. Tomamos una breve cena, otra vez pan bimbo con un poco de fruta, después,  discutimos que hacer con el golpecito en la llanta del coche. Cuando acabamos el debate y la cena, nos fuimos a dormir.

Pd: Según viajeros y usuarios de otras guías, la gui bolt espargaró no esta mal aunque tiene carencias

viernes, 22 de agosto de 2014

Día 2: las 6 de la mañana

El despertador sonaba a las 7 de la mañana, hora de Barcelona, si, nos despertaba a las 6 hora escocesa (se me había olvidado cambiar la hora del móvil), pero no solo a nosotros sinó que también a los otros 3 desconocidos que seguramente nos odiarán toda la vida. Cuando me bajé de la cama después de liarla con el despertador, me aseguré de despertar a todos personalmente (solo los conocidos), fue entonces cuando me enteré de la hora que verdaderamente era.

Una vez conocido el error ya no había vuelta atrás así que, ducha, remover ropa, linterna, maleta, cremallera, abrir taquilla, cerrar taquilla, vamos que si no se habían despertado ya, me aseguré de que lo hicieran y sinó lo hice yo, me ayudaron Javi y Alberto que también les engañé con la hora así que multiplicar el ruido por tres. Al menos nos echamos unas risas. Una vez listos y con toda la habitación puteada, Javi, Alberto (que tenía dos poses en medio de la habticación, brazos cruzados y manos al bolsillo) y yo salimos a explorar. Después de caminar aleatoriamente llegamos al bar/restaurante/cafetería más antiguo de Glasgow. Los tres nos tomamos un café expreso por 2£ (un café malo), a pesar de esto y de que no tenían wifi volvimos con los demás para desayunar, cuando los pasamos a buscar a las 8 ya estaban listos.

En nuestro desayuno tomamos un típico "Scotish Breakfast", Judias, morcilla, chorizo, bacon, huevo y pan por 5£ más un café con leche (confirmado que el café daba pena), yo me pedí un bocadillo de bacon de huevo con bacon por 2£. Al salir de allí, volvimos al mugriento hostal para recoger nuestras maletas. No nos pudimos despedir de nuestros ambles compañeros de habitación, solo coincidimos co  el chico irlandes que nos miró un poco mal.

Al salir fuimos directamente (y sin pasar por la casilla de salida) a hacer nuestra primera visita, un cementerio. Era grande, con buenas vistas vamos de High Class, lo que viene siendo el cementerio de la jet set, porque supongo que esa primera linea con buenas vistas a la ciudad, se paga. En cuanto a la fauna del lugar cuervos y hurracas obesas además de algun conejo regordete (no quiero pensar en sus respectivas dietas). Me gustaría destacar durante nuestro viaje hacía dicho cementerio, (en coche) que nos peleamos con un par de rotondas (no olvideis que funcionan al revés), en una de estas peleas o dos nos metimos en contra dirección (el pobre Alberto lo está pasando muy mal he podido ver como se le salen los ojos de sus orbitas).

Cuando dejamos el cementerio, improvisamos un poco en la ruta y decidimos visitar el estadio Celtic Park, no recomendado en la guía bolt espargaró (muy amable Cristian pagó 5 euros para conectarse a internet y encontrar la dirección). No lo vimos por dentro (aunque si por fuera), según la guía que estamos siguiendo (Bolt espargaró) es reconocido por la Uefa como un campo 5 estrellas, no se de donde las sacarán,  tampoco es para tanto. Durante nuestra visita Javi compro una polo blanco muy interesante que tuvo que probarse en medio de la tienda porque al parecer no hay probadores, Marc intentó comprarse unos pantalones, desistió al descubrir que solo podía probarselos en medio de la tienda.

Abandonando el estadio pusimos rumbo a Oban, Fort-Williams, Glenfinnan pasando por el increible lago de lommon, competencia directa con el Lago Ness. Nos costó convencer a cristian de que aparcara el coche (concretamente dos intentos, no se decidía). En el lago conocimos unos adorables patitos, con una bonita cría que acaparaba todas las fotos. El lago tenía unas hermosas, infinitas y magestuosas vistas. En ese mismo lago vimos un cisne acosando a un hombre, nos enseñó de una forma práctica porque no es buena idea dar de comer a animales salvajes, siempre quieren más. Cristian se acerco demasiado a él para hacerse una foto y casi lo paga caro (se le "bufó"). Cuando llegamos al embarcadero nos hicimos un par de selfies y para casa. Como dato curioso se puede destacar que había gente haciendo BBQ en la playa y algunos acampando.

De nuevo en la carretera y entre lluvia y sol, ( aunque sobretodo lluvia), poníamos rumbo a nuestro siguiente pueblo  Oban, un pequeño pueblo pesquero en el fondo de Lom. Por el camino, nos paramos en un mirador para hacer unas fotos a las increibles vistas, montañas y prados verdes que decoraban nuestro camino cual pintura al lienzo. En el interior del coche y entre curvas y bordillazos de nuestro conductor (que seguro que se indignará al leerlo) comentabamos los errores humanos de la historia de España y Cataluña sin conclusión alguna. Al llegar al pueblecito buscamos un fish & chips, 6£ pagamos por una abundante comida que valió la pena. En cuanto acabamos de comer intentamos llegar a una especie de coliseo que hay en lo alto de laciudad, fracasamos.

Una vez más en la carretera dirección Fort-Williams,( la segunda villa más grande de las High lands), los paisajes nos invadian, en alguna ocasión entre pérdida y perdida nos parabamos para hacer fotos. Alberto nos deleito con algun despertar gracioso.Mientras tanto y entre bordillazos llegamos al pueblo, nos costó encontrar el hostal, pero cuando llegamos valió la pena, estaba más limlio que el último, y aunque no entendimos ese maldito acento, la habitación era de las buenas.

Cuando nos instalamos en la habitación salimos al pueblo, esta vez conducía yo y pude dar unas lecciones de conducción al acaparador del vehiculo Cristian. Al llegar visitamos otro cementerio, ( no contabamos con esta visitia)  este era más pequeño pero igual de instructivo. Después y tras mucho caminar cenamos un poco de embutido cerca del lago, acompańados de un frío acojonante.

Al acabar nuestra cena/tentempié fuimos a echar u as birras a un pub llamado voley, vimos una pequeña parte de la derrota merengue, pero la camarera cuarentona y rellenita dandolo todo en la barra captaba toda mi atención, en cuanto a la música daba bastante pena.

Cuando acabamos de echar unas birras volvimos al coche  sin lugar a dudas fue un día con demasiado coche y algunos cementerios.

Pd: casi tenemos alguna baja por mirar al lado equivocado de la carretera.

2pd: hemos podido hablar con especialistas de la guía michelín y definen la guía bolt espargaró como: "buena".

Día 1: destino Glasgow

La mañana amanece en Barcelona, últimos preparativos para mi marcha, un desayuno ligero, una buena ducha, un beso a la nana y al aeropuerto. En este nuevo viaje dirección Glasgow-edimburgo, no voy solo, voy con unos amigos: Javi, Cristian, Marc y alberto. Este último me esperaba a las 12:15 al lado de mi casa para ir al punto de partida. Marc y Javi llegaron 20 minutos tarde, por suerte sugerí quedar a las 12:30 y no a las 13 como estaba previsto.

Una vez en casa de Cristian, su padre nos lleva al aeropuerto, tiene un taxi donde caben 8 personas (espero que no nos cobre el viaje). Llegamos al aeropuerto y me recuerdan un par de veces que es muy pronto, pero no importa, seguro que ya no perdemos el vuelo. Una vez allí damos una vuelta por las diferentes tiendas, haciendo tiempo hasta saber la puerta. Cuando anuncian en esas pantallitas azules donde debemos ir, descubrimos que la puerta 40 esta situada (por suerte) tras un control aduanero, una hermosisima policia, de ojos verdes nos revisaba el DNI.

Una vez en la puerta 40 y superado nuestro desamor con el cuerpo de policia de ojos verdes, vemos una cola inmensamente larga, no deben saber que los asientos estan numerados, alguien debería explicarselo. Entrando en el avión buscamos nuestros asientos, 25F era el mio, por error acabo en el 25A (del que me echan).

El vuelo es de 2h 45 minutos, es entonces cuando me di cuenta que había cometido un error al tomarme ese desayuno ligero, eran las 17:15 y no había comido, comenzaba a recordar la Toscana (por momentos). Referente al avión de RyanAir no es tan temible como los pintan, a parte de que no se entiende nada por los altavoces y de que te intentan vender el oro y el moro (tienen su propia lotería!), por lo demás está muy bien. Las vistas desde el avión cuando esquivamos las nubes eran de lo más interesante, prados verdes infinitos y en el horizonte, ¡más verde!.

Lo primero que hicimos cuando aterrizamos fue localizar y alquilar el vehículo con el que nos desplazariamos por tierras escocesas, un lujoso opel insignia con el volante en la derecha. Desde el primer momento tuvimos problemas con el coche, primero Marc con el maletero, después de 15 minutos intentando abrirlo descubrimos que Javi había cerrado el coche (por dentro). A la hora de ponerse en marcha no mejoró la cosa, por lo visto para que arranque hay que pisar el embrague y tardamos un rato en entender como funcionaba.

Con el coche en la carretera, el aeropuerto atrás, glasgow como destino y el GPS  (marca Garmin ideal para dar una vuelta por europa porque fijo que apareceis en cualquier sitio menos donde ibais) en marcha todo estaba listo para comenzar a perdernos. Después de que nuestro conductor (Cristian) se "habituara" a conducir por la derecha centramos toda nuestra atención en localizar el hostal (en realidad solo Cristian y Javi, los demás pasamos bastante). El GPS (marca garmin muy recomendable para dar una vuelta por europa, porque fijo que os perdeis)  de Javi y el mismo no ayudaron demasiado cuando este llevó la contraria a lo que decía el GPS, tanto con gestos como con palabras, por ejemplo: el GPS decía izquierda, izquierda e izquierda otra vez (si tres veces seguidas) y Javi señalaba a la derecha, entre eso y que Cristian estaba un poco nervioso disfrutamos de un viaje en coche de 1h y 30 min de lo más interesante. Alberto mientras tanto amenizaba las vueltas en coche por las mismas calles una y otra vez pidiendo pistolas, en verdad quería pastillas, nunca entendimos el porque de la confusión.

Cuando llegamos al hostal eran las 18-19 realmente no lo se porque no he cambiado la hora del reloj y aquí es una hora menos (creo). Estubimos esperando al tio de recepción un buen rato, cuando apareció era de lo más pintoresco, vestía una camiseta blanca, unos tejanos y unas convers, era rubio y llevaba una coleta, tenía un par de tatus un poco horteras. Nos enseñó como funcionaba todo y un poco el local y la habitación. Creo que es uno de los sitios mas cerdos que he visto, moqueta llena de mierda, camas sucias y con residuos de posibles heces,  sangre o vete tu a saber que.

Con el atardecer salimos a dar una vuelta por los alrededores del hostal, nuestro primer plan de visitar un cementerio próximo se había visto truncado por los retrasos sufridos, estaba cerrado. Frente a estos imprevistos nos vimos obligados a improvisar, primero buscamos un super para comprar pan, bebida y algo que llevarse a la boca. Una vez con provisiones visitamos la universidad de glasgow, cual castillo de harry potter, después paseamos por un inmensidad de parques y zonas verdes, comparables en número solo con las iglesias,  vimos unas cuantas.

Al terminar nuestro paseo decidimos hacer honor a la tradición escocesa y tomar unas birras, son jodidamente cara 2 libras la pequeña y 4 la grande al menos son mejores que las italianas. Después de arreglar el mundo y cuando la lluvia (que no cesaba) aflojo  fuimos al hostal. Allí conocimos a un irlandes, con el que intercambiamos dos palabras, después aparecieron dos francesas, pero con estas ni hablamos.

La habitación era para 8 y estaba mucho peor de lo que la recordabamos. Una moqueta con  mucha historia y el doble de años que nosotros juntos, compartía protagonismo con el olor a "flores silvestres" de la habitación y la abundante mierda. Por suerte solo sería una noche y aun teníamos nuestra guía de la editoríal bolt espargaró que nos conduciría (o eso esperabamos) a nuestro próximo destino donde deseábamos que cumplieran las necesidades básicas de higiéne.

PD: Disponemos de una guía diseñada y editada por Cristian de la editorial Bolt espargaró. Nos educa con consejos básicos sobre el viaje, lugares que visitar,  y como hacerlo, siempre con un toque de humor e ironía.

Esta guía es definida por muchos como: Sutilmente brillante con un toque ácido de ironía.

jueves, 21 de agosto de 2014

Otro punto de vista

El regreso ( y como todos los regresos, creo) después de un largo viaje y una comoda estancia se hizo raro, no por echar de menos la toscana, la gente o todos esos paisajes idilicos, sino por el hecho de volver a casa, a tu ciudad, Barcelona. Las montañas se cambiaron por los edificios y los animales por los coches. Las hospitalidad simplemente se evaporó, es sin duda otra filosofía, otro estilo de vida, la de siempre, la nuestra, la de las grandes ciudades. Cual es mejor cual es peor, simplemente diferentes. Esto hace que pienses, que reflexiones, porque te fuiste, porque volvistes, que has aprendido y que has dejado escapar.

En mi paso por la toscana he tenido tiempo de conocer diferentes culturas, muchas y de varios continenes, reflexionar sobre mi, sobre el tiempo, sobre la vida y comparar puntos de vista, posiciones y objetivos, pero sobretodo he tenido oportunida de poder vivir y conocer lo que ya he dicho otro punto de vista.

La primera semana, cuando llegué, era un giri, un visitante, un intruso, las siguientes era uno más. La gente  me recibió con los brazos abierto y sin saber nada de mi me acogieron como uno más, algo difícil de ver en muchas culturas. Abrieron sus mentes y corazones y se dieron a conocer. Me ensañaron su forma de vivir e intenté aprender.

Nunca faltó de nada y es cierto que nunca nada es de color de rosa, pero obviando problemas, quejas absurdas (con las que me ha gustado recrearme) y gatos salvajes, la vida allí, era ideal para vivirla. Es cierto que no teniamos moviles (a todas horas), que apenas disfrutabamos de las ventajas de la tecnología y en ocasiones se hacía raro pero esto ayudó a recordar como se saboreaba antes el tiempo, como se disfrutaban los minutos recordando así que podemos levantabar la cabeza para caminar, que podemos pensar, mirar y disfrutabar del paisaje, y pensar (porque se nos ha olvidado como hacerlo).

Es interesante y me gustaría compartir una última reflexión, como el ser humano nace, se le asiganan unas pautas, unos objetivos y debe cumpliros, si o si, como trabajar, ganar dinero, formar una família, y tener una vida "ideal", ejemplar, de película. Algo que descubrí allí es que hay algo más, otra opción no mejor ni peor pero si diferente y puede ser igual de buena. No conozco el significado de la vida, no se cual es nuestra misión, pero si se que se a ciencia cierta que por el momento no es infinita, y que a veces es necesario dejarlo todo atrás y marcharse, explorar, no solo paises ciudades o cielos infinitos sino explorarse a uno mismo para comenzar a entender lo que te rodea. Es importante distanciarse. Obviamente muchos pensaran después de leer esto, -"chato" sin trabajo no hay dinero y sin dinero no hay comida- lo se!. Pero entre mensualidad y trabajo no podemos olvidarnos de vivir, que al fin y al cabo es lo que hemos venido a hacer, también se que el camino es dificil, solo os lo enseño pero hace falta valor y un gran esfuerzo para cambiar un estilo de vida "ideal" .

Volviendo a mi reflexión del viaje solo puedo deciros que no voy a evaluar como fue, tampoco voy a poner nota, y si, es cierto que podría hacer una reflexión profunda sobre mi estancia allí, pero prefiero guardarmela para mi. Todo aquel que quiera conocer en pocas palabras lo que fue mi viviencia allí puede leer el blog, puede escuchar mis conclusiones o leer un poco "esto", pero si de verdad quiere entender y comprender profundamente mi reflexión debe ir, debe saborear la comida, respirar el aire puro, fresco, nuevo y contemplar el lienzo oscuro de estrellas con el que nos deleitabamos todas las noches y lo más importante olvidarse de todo, porque ya habrá tiempo para acordarse....

Por cierto permanecer atentos y no es por promocionarme pero. Proximamente glasgow-edimburgo 7 días (espero tener wifi).

lunes, 18 de agosto de 2014

Día 27: La última cena

Mi mañana empezaba a las 5:30, me disponía a escalar el tejado para lograr una perspectiva ideal para capturar un “time lapse” del amanecer. Con una escoba como mástil até mi Gopro en un extremo, el otro extremo de la escoba lo pegue (y nunca mejor dicho) a las salida de humos de la chimenea, todo estaba listo. Con mi Gopro trabajando me fui a buscar mi particular amanecer, la mañana era oscura, por suerte mi móvil tiene linterna, pero lo que  más me preocupaba es que un tigre salvaje me asaltara en mitad de la noche. Justo antes de salir a la carretera y abandonar la casa Gaia junto con Galileo se cruzaron en mi camino propinándome un susto de muerte.

Bajando por la carretera y después de andar 5 minutos (no estaba muy lejos) pude ver en la lejanía un animal de un tamaño semejante a un perro, era de color negro, y en cuanto me vio se escondió entre la maleza. Mucho mejor que se escondiera a querer conocerme.

La mañana era fría, pero yo tenía un objetivo llegar a casa de Nicola donde hay unas vistas envidiables, (sin arboles) pero la tragedia se hizo realidad cuando llegue a mi objetivo y aquella montaña (la que oculta el amanecer en casa de Brooke) seguía allí por lo visto si quería disfrutar de mi particular amanecer debería escalarla. Al menos pude ver un amanecer diferente a todos los que había visto (aunque no el que buscaba). La experiencia fue muy interesante sobretodo porque me olvidé la tarjeta de la cámara y solo pude hacer fotos con mi móvil (una, no tiene memoria).

En mi regreso me tope con un ciervo que cruzaba (sin mirar) la carretera (visto y no visto), en un primer momento me pareció tan pequeño que lo confundí con un conejo. Llegando a casa de Brooke pasé por la casa en venta que esta realmente cerca y pude ver la sombra de un animal, cuando me acerqué con afán exploratorio de descubrir el misterio, me di cuenta de que era un ciervo de los grandes (con cuernos y todo). Nuestro encuentro duró solo unos segundos, lo que tardo en descubrir mi presencia, mirarnos a los ojos, y huir de mi foto (con el móvil claro).

Al llegar a casa de Brooke me tiré sobre la cama, pero era imposible dormir. Eran las 7, y decidí salir a por la Gopro (aun colgada de la chimenea). Antes de salir decidí (como por magia del azar) asomarme a la ventana, y allí estaban, 2 ciervos correteando y comiendo por el jardín. Cogí mi cámara (con tarjeta) y salí corriendo detrás de ellos, por desgracia los perros corrieron detrás de mío (cual pilla pilla) y en cuanto los vieron no tardaron medio segundo en asustarlos con un par de ladridos.

Durante la tarde, (aun sin poder dormir) Shi y Mocuo comían antes mientras disfrutaban de sus últimas horas en la Toscana. Se marcharon al terminar sus respectivas pizzas con una fría despedida antes de que  la casa se llenara de gente. Mattia como por arte magia apareció en la cocina (tachán!)y Danielle (que ya estaba allí) pululaban tranquilamente por la cocina. Mattia buscaba y apuntaba ingredientes para cocinar un par de pasteles durante la noche. Ambos se quedaron a comer, pasta con aceite. Brooke había preparado un poco de salsa, pero se le fue la mano con el picante (hecho todo el bote) y no había quien se lo comiera.
Después de comer todos los miembros de la casa se fueron al rio, Mattia y Danielle a su casa, yo me quedé peleando con la impresora para imprimir mi billete y ultimando preparativos para mi marcha al día siguiente.

Cuando volvieron de la excursión y casi sin pausa nos fuimos al súper, debíamos comprar provisiones para la noche, íbamos a ser 8 para cenar. La cuenta creo que subió a 290€, espero que tenga comida para un mes y que no se le ponga malo nada. Por otra parte Mattia se quedaría sin pastel porque no tenían uno de los ingredientes necesarios (una especie de bizcocho creo y no se que más).

Para cenar, éramos Danielle, Mattia, Noa, Cristina, Federica (una miga suya), Fede, Brooke, Anna y yo. La cocina parecía la rambla, aglomeración de gente, mucho estrés y demasiado movimiento, yo me desmarque hasta la hora de cenar. Danielle trajo una especie de pastel, Brooke cocino unas cuantas salchichas que habíamos comprado, y una calzone de verduras, de postre Anna había preparado un pastel de chocolate.

Cuando acabamos de cenar, disfruté por última  vez de las increíbles vistas y de las estrellas hasta que Noa vino con la guitarra, dos canciones fueron mas que suficientes para despedirme. Y antes de ir a dormir, como de película, la última estrella fugaz que ponía la guinda del pastel.

Día 26: La última escapada

Después de la noche en casa de Nicola y nuestra suculenta cena, la mañana amanecía de lo más tranquila. El sol brillaba en el cielo, (bueno realmente no brillaba mucho) los cereales flotaban en la leche y planeábamos una escapada a la hora de comer.

El día anterior se había hablado de ir al restaurante donde Anna, Mattia. Simone y yo devoramos una pizza después de nuestra excursión (me refiero al  restaurante perdido en medio de la montaña). Brooke quería enseñárselo a los chicos de Taiwán en su penúltimo día en la Toscana.

Una vez todo el mundo confirmó su asistencia y estuvimos listos (duchados, meados y cagados) comenzamos colocarnos en el coche (cual tetris) y es que éramos 7 personas (los chicos de Taiwán, Ana, cristina, Fede, Brooke y yo).  Utilizando el mayor de los ingenios para colocarnos en el coche, Brooke conducía, Ana se era la copiloto, los chicos de Taiwán y yo compartíamos sitio justo detrás, y Fede con Cristina disfrutaban de un asiento en el maletero. Por si fuera poco y antes de cerrar las puertas para salir, Galileo (el perro) se apunto a la aventura y subió al coche. De todos los animales de la casa el mas gordo se quería venir, obviamente eso fue imposible, no creo que el coche hubiera podido con nadie más.

Durante nuestro viaje, Fede cantaba canciones como: “go Little car go”-“go piccola maquina go” (la misma frase un millón de veces en ingles e italiano). Entre frase y frase, tuvimos que hacer una parada en boxes, la piccola maquina hacía un ruido de lo más sospechoso (obviamente no pudimos localizar el problema) seguramente era causado por el sobrepeso.

Una vez en el restaurante y después de perseguir gallinas pedimos la comida, para mi una sopa de setas y de segundo CARNE! (pollo y lomo). La comida estaba deliciosa, es un buen restaurante y creo que no demasiado caro. El que no disfrutó tanto de la comida fue Shi. Fede requería su atención para todos los juegos habidos y por haber (es un chico con una imaginación solo comparable con su energía).

En nuestra marcha hacia la casa la maquina dejo de hacer ruidos, algo que todos agradecimos. Supongo que uno de los motivos fue que Cristina y Fede se fueron con una amiga y el coche no iba tan sobrecargado. Mocuo iba tan relajado que casi me propina un cabezazo en una de sus siestas.

Al llegar a la casa era el momento ideal para relajarse. Anna se puso a preparar la carne que cenaríamos acompañada de mi hermosa tortilla. Los demás desaparecimos unas cuantas horas. Mocuo y Shi se pegaron una buena siesta.

Al llegar Fede y Cristina (de su excursión particular) era una buena hora para ponerse a preparar la cena. Mientras yo hacía mis dos maravillosas tortillas, Anna acababa de preparar la carne y Brooke hacía una especie de estofado. Obviamente mi tortilla arrasó, era grande no, lo siguiente.

Justo antes de empezar Anna se fue a buscar a Danielle (hacía tiempo que nadie desaparecía antes de cenar o comer), obviamente empezamos sin ella. Durante la cena se tocaron interesantes conversaciones sobre sonidos de animales enfocados desde diferentes culturas, cada cual más raro contra más lejos (es difícil describir como ladra un perro en chino imagínate escribirlo).

Cuando todos estábamos a punto de explotar y después de un delicioso café fue el mejor momento para retirarse. Yo me dedique a hacer fotos a las preciosas estrellas en mi penúltima noche mientras que Danielle y Anna corrían por el jardín en plena noche luciendo su amor (que noes lo mismo que exhibiendo).

sábado, 16 de agosto de 2014

Día 25: Los errores

La mañana amanecia nublada, el mal tiempo volvía otra vez, por suerte para nosotros se mejoraba con el transcurso de la mañana. Para desayunar (y porque madrugue) los chicos de Taiwán difrutaban de huevos estrellados con patatas, hacía tiempo que no comiamos nada con huevo (era raro).

Cuando Anna se despertó sobre las 13:00, nos informó a todos sobre una invitación en casa de Nicola para ir a comer pasadas las 14:00. Después del protocolario café nos pusimos manos a la obra, Nicola nos prepararía un poco de cerdo, macarrones y patatas para comer, el menú sonaba más que bien.

Después de una ducha y vestirnos con nuestras mejores galas para la ocasión cogimos el coche y nos presentamos allí. No había absolutamente nadie. Bueno encontramos a un descamisado gargamela detrás de la barra, no se muy bien que hacía alli o porque estaba allí, pero además de estar y para mayor impresión no llevaba camiseta (espero que si llevara pantalones porque no lo podía ver). Esta fue la primera equivocación destacable del día, probablemente Nicola no se explicó demasiado bien.

Visto el exito, decidimos marcharnos, hicimos una visita al pueblo, el mercadillo bajo las estrellas estaba instalado pero en pleno día. Tras dar un par de vueltas encontramos un tenderete y Brooke nos pago unos bocatas, al menos comimos algo de cerdo. Después de esto nos dirigimos hacia el seugndo error del día.

Fede el hijo de Brooke estaba con cristina (su hijastra), nosotros pasmos a busacar al chaval para que Cris pudiera tomarse un respiro. Una vez con el crio en nuestro poder, fuimos de cabeza a la tienda de animales. Fede quería 4 hamster y Brooke no s elo puedo negar, invirtió 50 euros en una casita (un duplex con balcón) y 4 mini ratoncitos. La ironía de este asunto es que tienen 4 gatos. Este es el segundo error del día.

Con la casa y los hamster a cuestas, Fede se fue a recibir sus leccioens de hípica. Nosotros dimos un paseo con los animalitos, tomamos un helado y compartimos el último respiro de los hamsters (solo dios conoce su destino).

Al llegar a la casa los gatos se volvieron locos de alegría al ver sus postres recien sacados de la tienda, por suerte Brooke les buscó un buen sitio en una de las habitaciones, lugar vetado para los felinos y el resto de animales. Parece ser que disfrutarían de su vida mas de lo previsto.

Al caer la noche nos dirigimos por segunda vez a casa de Nicola, esta vez si que habíamos acertado con la hora. El clima era raro, nosotros nos sentmos en una mesa y Nicola su madre y gargamel en otra, a penas intercambiamos palabras durante la noche. Antes de irnos Brooke tropezo con el tercer error y último de la noche, queriendo gastar una broma con uno de los gatos, este se reboto y le pego unos cuantos y buenos arañazos, ella se lo buscó.

Al marcharnos y para confirmar mis sospechas Nicola se había ido a dormir (sin ni si quiera decir buenas noches), nostros desaparecimos de alli silenciosamente. Al llegar a la casa casi rodando de todo lo que habíamos comido cada uno se fue a dormir.

Lo más curioso de todo el asunto es que la gastronomia o la casulidad de este sitio hace que todos los días o al menos durante dos días repitamos comida, esta vez fue cerdo (para comer y cenar).

viernes, 15 de agosto de 2014

Día 24: Karaoke

La mañana amanecía nublada con precipitaciones intermitentes al igual que mi despertar. La primera vez que abrí los ojos era a las 5 de la mañana los perros estaban ladrando. La siguiente a las 7 el sol entraba por la ventan ( un sol igual de intermitente que la lluvia). A las 10 me despertaba Fede que salí de la habitación hablando con Brooke. Finalmente a las 11 decidía salir de la cama resignado frente a mi intento de dormir.

Para desayunar lo de siempre, aunque con un buen café Danielle había dormido con Anna y preparó (cuando se despertaron a las tantas) un buen café a la napolitana. Después de saborearlo se fue para casa, los demás debíamos comer y estábamos sin ideas, se barajaban las mismas opciones de siempre, pasta pizza o pasta otra vez, comenzaba a estar un poco cansado de comer siempre lo mismo. Anticipándome al problema decidí hacer una tortilla de patatas. A media tortilla y después de pelar las patatas nos dimos cuenta que faltaban huevos. Anna y Brooke cogieron el coche y rápidamente fueron a comprar.

Cuando volvieron y con huevos suficientes me puse manos a la obra, la primera tortilla salió bien, la segunda, llamarla tortilla sería demasiado. Por suerte ambas estaban deliciosas (obviamente, las había hecho yo).

Después de comer y saborear de nuevo el café jugamos un rato en la terraza con la recién llegada hijastra de Brooke. Ganó Anna la partida, una chica con suerte. Al terminar el juego de cartas nos comenzamos a preparar para ir a casa de Nicola (excepto los chicos de Taiwan  que no venían). Otra fiesta de la pizza para variar.

Al llegar no conté mucha gente, eramos de los primeros, al acabar la noche eramos como mucho 10, quizás porque era la fiesta del Karaoke. Nosotros eramos nuevos y no sabíamos en que consistía pero lo descubrimos, una misa cual acordeón sonaba de fondo sin letra (lo más horrible que he escuchado en mi vida), después cualquiera podía coger un de los 4 micros y ponerse a cantar, la cosa no mejoraba. Por suerte habían mojitos con cada tragó sonaba reptidamente de diferentes personas "bebe para olvidar", pero mojito era más bien un cóctel de azucar con ron. Lo más gracioso es que los servía en recipientes con tapas ( de esos que se usan para guardar monedas).

Durante la noche conocí gente nueva,un portugués llamado José que para variar era un poco borde. El tío parecía listo, hablaba castellano, ingles, portugués e italiano, pero dejó de serlo cuando me dijo que solo me hablaría en italiano porque estaba en Italia (intente no hablar más con él en toda la noche).

La gente iba llegando al igual que las pizzas de 4 quesos (la especialidad de la casa), rara vez probábamos una de otros sabores, creo recordar una con chorizo picante que voló, la variedad gusta. Entra canciones y canciones y a media cena llegó Mattia acompañado de una chica, se llamaba Charlotte, sorprendentemente hablaba inglés, italiano y francés. Por lo visto había un buen mix de culturas en su familia que le había permitido conocer diferentes lenguas.

Con el transcurso de la noche y lo vasos de vinos, a Brooke s ele metió la idea en la cabeza de que asaltara a la Carlotta (no he visto mujer más pesada), obviamente eso no sucedió. Lo que si sucedió fue el éxito de Anna.

Mientras yo merodeaba por la mesa, jugaba con el gato y en ocasiones hablaba con Charlotte, a la que no le faltaban ningún tipo de atenciones era a Anna. No es que esté celoso, pero no hay nada mejor que te inviten a copas y esté todo el mundo por ti (a quien no le gusta). Tuvo la ocasión de recibir una declaración de amor y varias canciones dedicadas, no esta mal para una noche tranquila.

Entre gatos, conversiones y servicios a Anna ,el karoke iba sonando, a penas se podía hablar, y el frío de la noche no mejoraba la velada. No llegaban las 12:30-1 y Anna se puso a cantar con Charlotte, sin duda se las veía muy cómodas cantaron como 20 canciones.

Cuando llegó la hora de marcharnos, acercamos (muy amablemente) a Mattia y Charlote a su casa, habían venido andando y vivían lejos, para ello Brooke decidió traerse a Gargamela ( ella no podía conducir y él estaba encantado). Es en este momento de la noche cuando cambiamos el coche normal por un 600 donde no paraba de salir gente y es que dentro del coche eramos 7 personas también estaba Fede).

Al llegar a casa sanos y salvos, es importante decirlo porque aun no he conocido a nadie que conduzca bien, decidí irme a dormir. Hacía un frió exagerado y la noche había sido muy larga, la cabeza me iba a estallar y el viaje en coche no era para recordar.

jueves, 14 de agosto de 2014

Día 23: Albondigas y amor


Se recomienda empezar a leer esta primera parte del día con la canción de "apocalipsis now la cabalgata de las valquirias".

Habíamos perdido la cocina, el tiempo no acompañaba, truenos y relámpagos nos iluminaban el peligroso camino a seguir repleto de trampas. Los gatos, nuestros mayores enemigos, habían tomado la cocina, punto estratégico clave para lograr la victoria de esta interminable batalla que una vez casi ganamos. Con la baja de unos de nuestros mejores soldados (Randy) y la unión de Brooke al bando enemigo, (alta traición que sería castigado severamente), los gatos disponían de ilimitadas provisiones otra vez en la cocina. Una batalla que ganamos hace semanas, un territorio que ya habíamos conquistado se nos escaba entre los dedos. El desgaste de nuestras tropas alimentaba las esperanzas de los felinos. Emboscadas en cada esquina, embestida tras embestida, nuestro ejercito se debilitaba. Los señores de la guerra enseñaban las uñas y solo podíamos aguantar y recibir sus golpes estoicamente.

Muchas bajas en esta guerra de guerrillas, ataques relámpagos, demasiados escondites donde buscarlos, nuestros ánimos y ganas de luchar no eran las mismas. Nuestros soldado estaban psicológicamente desgastados, anímicamente derrotados y físicamente asfixiados. Mocuo y Shi ya no aparecían hasta caída la mañana, la aparición de Fede solo conseguía distraernos con extraños juegos mentales y ataques psicológicos donde la imaginación que ya no teníamos eran pieza clave.....solo podíamos esperar la derrota y luchar hasta el final por nuestra causa. Larga vida.

Para esta parte de la tarde es recomendable escuchar: “la BSO de Misión Imposible”

Al finalizar la temprana batalla y el desayuno con cereales, la tarde pasó entre juegos de canasta y búsqueda de comida por la cocina para la hora de comer. En una de sus incursiones al pueblo, Brooke trajo pizza para comer, eran las 15:00 y nos moríamos de hambre. Comienzo a estar cansado de tanta pizza pero bueno, creo que con un vegetariano entre nosotros no tenemos mucho donde escoger y se agradece el gesto.

Un vez devorada  la pizza los chicos de Taiwán, Anna y yo bajamos al pueblo a por provisiones. Compramos prácticamente de todo, lo mejor fue el momento en el que necesitábamos carne. El vendedor a penas hablaba inglés y nosotros con dificultad italiano. Un reto inevitable frente a nosotros, por suerte una mujer que pasaba por allí nos pudo ayudar y rescatar de una escena que pasó de ser graciosa a pesada y preocupante. 

Para esta parte de la tarde debéis escuchar: Grease - You're the One That I Want

Después de una agotadora tarde de compras decidimos ir a tomar algo. El pub se llamaba "pub 46". Para Anna un vino rosado, los chicos de Taiwán dos cócteles, sex on the beach y Coke malibú, para mi una sencilla cerveza. La conversación fluía con dificultad Mocuo y Shi no son demasiado habladores.

Durante nuestro aperitivo (porque nos trajeron unas patatillas) apareció Danielle el nuevo amor de Ana, que casualmente iba comprar un zumo o algo así ( sería cosa del destino pero la música sonaba de fondo). Fue el momento ideal para invitarlo a cenar. Mientras acabábamos nuestras consumiciones esperaba con paciencia. Digamos que en estos momentos Anna es lo más parecido a una Olivia Newton (sin ánimo de ofender todo lo contrario).

Una vez en casa y al caer la noche éramos ocho, Anna preparaba unas deliciosas albóndigas a la sueca, (estaban realmente deliciosas y lo pagaríamos en breves). Yo me desmarque bastante de la preparación de la cena, Daniele ayudaba (cual peli romántica). 

Para esta parte de la tarde es recomendable escuchar: “Ennio Morricone - (2004) El Éxtasis del Oro, tema del filme El Bueno, el Malo y el Feo"

La cena pasó en silencio mientras peleábamos por ver quien era el que más albóndigas podía comer (sin que nadie le mirara mal). Los duelos de cuchillos y tenedores eran veloces como pistoleros en el oeste. Las miradas se cruzaban, no teníamos demasiadas albóndigas, muchas bocas que alimentar y todos queríamos repetir. Con el tiempo detenido y primerísimos planos de los ojos de unos hambrientos vaqueros solo podíamos escuchar el pasar de un pequeño arbusto y el gallo de turno que de fondo anunciaba el inevitable final. La última albóndiga y restos sabrosos de carne esperaban en la bandeja. Una falso movimiento, una palabra más de la cuenta, un reflejo demasiado lento y cualquiera podía perder…el ambiente era tenso, los grillos aumentaban la tensión, y los felinos solo podían huir ante una batalla que se disputaba en la mesa con objetos afilados. Danielle hizo un movimiento en falso, Shi se anticipo, Mocuo cogió la bandeja, yo me lance a por la albóndiga….

 Es muy interesante la de veces que se agradece al cocinero el trabajo, o la de veces que se brinda en su honor y por su cocina.

Al acabar la cena, los chicos de Taiwán, la hijastra de Brooke y yo jugamos a las cartas. Primero ese maldito juego llamado "set". Creo que he jugado como cinco veces y cada vez me parece más difícil o lo entiendo menos. Después del maldito “set”, la cosa no mejoró un juego de procedencia desconocida nos destruía los sentidos y nos daba dolor de cabeza. Lo mejor es que tuvimos que traducir del italiano al ingles y nadie sabía italiano así que el hecho de aprender como jugar fue largo y tendido. Para acabar la noche al típico mentiroso.

Mientras nosotros jugábamos Danielle y Anna conversaban plácidamente en la cocina, se les podía oír desde la cantina. Al interrumpirles Cristina y yo se podía notar que sobrábamos. Yo dure 5 minutos, un vaso de agua y a la cama, lo mismo que cristina.

Esta última parte es mejor sin música que los vecinos se quejan y hay que irse a dormir.



miércoles, 13 de agosto de 2014

Dia 22: Flechas y estrellas

Sol, calor y buen tiempo; disfrutábamos de las condiciones básicas para una buena mañana en la Toscana. Shi muy aplicado se levantaba temprano para trabajar en el mantenimiento de la cocina, cada vez era más difícil, los gatos iban ganando terreno por tierra, las moscas atacaban por aire, y nosotros cada vez éramos menos y más vulnerables, por suerte teníamos el sol y el jardín para huir cuando las cosas se ponían feas.

No teníamos mucha munición a penas un par de cintas para enganchar moscas, una raqueta para cazarlas y mucha paciencia para aguantar sus ataques. Los gatos aprovechaban cualquier distracción para buscar comida en la mesa, arañar las sillas, o ronronear como táctica de distracción. Nuestro futuro inmediato parecía nublado por una ofensiva militar que parecía diseñada por el más digno estratega, solo podíamos huir y esperar nuestra oportunidad.

Para desayunar lo de siempre, cereales con leche y un plátano, Shi su típico Brunch por el que tuvo que pelear contra una avispa que se había encaprichado con el jamón en dulce de su pizza (nuevos enemigos). Anna un café, un cigarro y ya pasaba la mañana.

Con el cielo despejado y el viento a favor, todo transcurría tranquilo, Anna se marcharía en unas horas a Pisa, por la noche (a las 19) tenia el concierto de manu chao (gran artista). A las 13:30 ya había comido, un cuscús que llevaba 3 días en la nevera (no tenía buena pinta y olía raro para mi).Duchada y comida estaba lista para la llegada de Mattia.

Cuando llego el chico de procedencia italiana, las cosas se hicieron con calma, mientras yo me preparaba y comía un poco de pasta, ellos se bebieron una sidra, y fumaron unos cigarrillos antes de emprender el viaje. Mocuo y shi dormían, lo se porque antes de prepararme la comida fui a buscarlos por si querían, pero por lo visto habían madrugado mucho y necesitaban descansar. Mocuo apareció en busca de pizza cuando Mattia y Anna se marchaban.

La tarde después de comer fue de las más tranquilas, hasta que no llegaron las 16 no comenzó la actividad. Shi, Mocuo y yo hicimos un poco de ejercicio, después Shi preparó un campo de tiro con arco donde un globo hacía de diana. Mis 5 o 6 primeros intentos ni se acercaron al globo, poco a poco fui mejorando, he de decir que fue una competición de lo más entretenida (nadie dio al globo).

Sobre las 18:30  para redondear Brooke dio señales de vida, pidió disculpas por las tardías horas en las que apareció, pero estaba cansada, había llevado a Timm al aeropuerto durante la madrugada (3 de la mañana aprox). De forma muy breve nos explico que tuvo que parar en un parking en media carretera a dormir porque se dormía al volante (con mucho humor nos dijo que no la iban a violar ya tenia 37).
Rápidamente y después de una breve conversación bajo al pueblo, compro un par de cosas y nos preparó la cena, unas tortitas de patatas ( no confundir con tortillas), un poco de lomo, puré y espinacas. Mocuo y Shi la ayudaron mucho (yo no la verdad). Utilice el noble arte del escaqueo echando unos tiros a la canasta y revisando un par de cosas (nada importantes) en el ordenador y el móvil.

La cena era contundente, por desgracia muy poca carne. Creo que es la vez que más pronto he cenado a las 21:00 recogíamos la mesa. Al acabar y con la cocina un poco desordenada, hicimos la lista para el día siguiente. Fue entonces cuando me enteré del nuevo y ya esperado (porque se veía venir) amor de Anna, tenía un royete (de solo hacía unas horas) con Daniel (el del café). En la lista apuntamos como cosas importantes hablar con Anna sobre su relación.

Sobre las 23 llegaba el inesperado Fede (el hijo de Brooke). Hacía más de una semana que no lo veíamos, una vez más vivimos un drama, al parecer la familia italiana de Fede es muy posesiva (son temas que no pregunto y que tampoco me interesan demasiado), solo puedo decir que durmió en la casa.

Durante la noche concretamente a las dos, los chicos de Taiwán (que habían desaparecido con la llegada de Fede) me esperaban en el Jardín  (habíamos quedado) para disfrutar de la última lluvia de estrellas de agosto (que no se repetiría hasta el 2116 o eso leí por internet). Por culpa de unas nubes nos perdimos prácticamente todo el espectáculo. Solo vimos una estrella (aunque muy increíble) y después de esperar una hora entre frio, mosquitos y sonidos extraños de ardillas en celo decidimos ir a dormir, la mejor idea de la noche (o madrugada y no queríamos más enemigos con los que luchar).

martes, 12 de agosto de 2014

Dia 21: hasta pronto Timm

Como todas las mañanas (de esta última semana) el día amaneció soleado, el sol brillaba en el cielo, y ni una nube eclipsaba el horizonte. El día anterior había sido muy largo y el descanso muy necesario, poco a poco nos fuimos levantando (puede que mas tarde de lo habitual; a las 12).

Con un rápido desayuno donde los cereales y la leche eran la piedra angular, se pronosticaba un día tranquilo. En la casa cada vez éramos menos y teníamos pocas cosas que hacer. Shi sin embargo no quería dejar que la maravillosa cocina de Randy se ensuciara y trabajó toda la mañana para mantenerla limpia y reluciente (lo consiguió a pesar de mis pesimistas palabras de desanimo).

A la hora de comer y como siempre cada uno hizo lo que buenamente pudo, Brooke, Timm, Mocuo y Shi se fueron puntualmente al medio día y  en ayunas al rio. Shi ya conocía la rutina y cada día a las 12 se cocina una buena pizza, curiosamente esa fue mi comida (la misma que shi). Una pizza de peperoni, con chorizo (made in Barcelona) y extra de parmesano. Estaba buenísima.

Mientras comía y en la única compañía de Anna manteníamos una conversación sobre el antes y el después de los Americanos, el estado anímico de Brooke y la tranquilidad de la casa. Todo iba bien hasta que me acorde del vino. Le pregunte sobre la botella que compramos a medias el día anterior (esa botella que estaba tan buena), me informó amablemente que Brooke se la había bebido, (ella solo probó un vaso, yo ni eso).

Con mi aura negra comí la pizza mientras veía algún capitulo de friends, que posteriormente le enviaría a Randy (es el capítulo de la tarta de queso). Le envié ese capitulo por su exquisita tarta de peras, la última noche habíamos hablado sobre algunas escenas y tenía que enseñárselo. Le encanto, hablamos durante una hora por Facebook, (creo que en persona si juntamos todas nuestras conversaciones no llegan ni a 30 minutos).

Al caer la tarde llego toda la trupe, iban cargados de bolsas de la compra, habían ido al super, (algo me decía que tardaríamos mucho en volver con la ausencia de Timm). Traían desde zumos, hasta queso y vinos de todos los tipos (pero no mi vino).

Durante la tarde me límite a retocar fotos, Anna trabajo en la cena hasta la noche, y los chicos de Taiwán jugaban a básquet. Más tarde Timm y yo nos unimos a la partida. Al acabar nuestro mini partido los chicos de Taiwán desaparecieron, Timm y yo disfrutamos de unas clases de castellano en el jardín, parecía interesado en recordar algunas lecciones (habla un poco la lengua).

Al caer la noche y con un día muy tranquilo la cena estaba servida. Disfrutábamos de una noche a la luz de las estrellas (una  bonita cena a la intemperie), el tiempo acompañaba y la comida también. Un poco de pescado con salsa (deliciosa salsa), patatas y ensalada, una buena cena que Anna nos había preparado. Los gatos lo sabían y intentaron atacar en numerosas ocasiones, habían vuelto a perder el miedo, y sin Randy en los alrededores se sentían más fuertes que nunca.

Al acabar la cena tomamos un maravilloso café y sobre las 11 y sin nada más que hacer Timm se despidió de todos, una amarga despedida para él que todos (o al menos yo) podíamos leer en su cara.

A las 12 clavadas, aparecieron Noa y Mattia (traían una guitarra) buen momento para desaparecer. Una embriagada Brooke subió a la habitación y sacó a Timm de la cama, decía que tenía que escuchar a Noa porque era increíble con la guitarra (el adjetivo ceo que fue asombroso). Viendo la situación decidí marcharme a dormir, a Timm no se le veía demasiado emocionado pero es un hombre cumplidor que se quedo a escuchar más de una canción.

Al día siguiente, sobre las 5 pude oír la solitaria marcha de un humilde Timm hacía Canadá, Nueva escocia. Solo puedo decir buena suerte Timm allá donde quiera que estés.

lunes, 11 de agosto de 2014

Día 20: Alpinismo y supermoon

La mañana comenzaba temprano (obviamente), yo me despertaba a las 5:50 en busca de mi maldito amanecer, después de mi cuarto intento descubrí que una inmensa montaña me tapa el sol hasta las 8:00. El otro motivo de mi madrugón es que habíamos quedado con Mattia a las 7:30 para ir de excursión por la montaña. Prometía ser un día largo sobretodo porque al caer la noche disfrutaríamos de una inmensa luna y estrellas fugaces.

Anna se despertó puntualmente a las 7:00, yo como me volví a acostar re-amanecí a las 7:15. Cuando hice mi aparición en la cocina ella preparaba unos huevos hervidos y algo de café (sin trucos ni historias, era demasiado pronto). Llenando las botellas y preparando las mochilas apareció Mattia a las 7:45 (un poco tarde pero no importa).

Después de un poco de conversación y acabando mi primer desayuno (leche, cereales y un plátano), nos fuimos al pueblo a por mi segundo desayuno. Una vez en el bar me pedí un bocadillo de atún. tomate, y algo más que desconozco (pero que estaba muy bueno), para beber un poco de zumo de naranja (recién exprimido, uno de los pequeños placeres de la vida). En total todo me costo 4 euros y es que la vida en la toscana no es precisamente cara, con 10 euros en una noche puedes pegarte una buena fiesta, (ahora imagínate el desayuno).

Con la tardía aparición de Miquele  (y un chico cuyo nombre no recuerdo), esperamos al último, Daniel (el chico del café), se había dormir. Cuando llegó (corriendo y literalmente saltando mesas), salimos en busca de aventuras (queda muy épico dicho así). Una vez en el parque natural y después de pagar 3 euros de parking nos pusimos en marcha.



El camino en un principio era cómodo, sencillo, arboles aquí y allá pero fácil de hacer, en ocasiones íbamos parando y disfrutando del paisaje, sacando fotos y dando unos minutos al…chico que no recuerdo su nombre… para que respirase, el tabaco había acabado con su resistencia y apenas nos podía seguir el paso. En cuanto salimos del bosque y después de caminar un rato a monte abierto bajo el sol y descansar en un refugio, donde por cierto nos tomamos unos cafés y comimos un poco, llegamos a la montaña el gran reto. Piedras inmensas, gravilla por todas partes y otra vez piedras inmensas que sortear, como dato curioso, en un socavón en medio de la montaña pudimos ver hielo. Fue en medio de este dificultoso camino donde Miquele y su amigo (lo siento por el nombre es imposible acordarme de el) se dieron media vuelta, creo que Miquele lo hizo por compromiso.

En nuestra subida solo puedo decir que contra más alto, más dificultada. Hubo momentos en que no sabía si caminaba o trepaba, aun así la caminata estaba siendo interesante a pesar de su dureza. Conforme más subíamos, las vistas solo anticipaban lo que una vez arriba veríamos, algo impresionante e inolvidable. En la fila Daniel iba delante seguido de Anna yo iba en cuarta posición y Mattia el último.

En medio del paseo, conocimos personas, animales y plantas de todo tipo, cada cual más majo que el anterior, al menos todos saludaban un par de ellos nos acompañaron gran parte del camino, nos hicieron fotos y nos dieron conversación.

Cuando llegamos arriba las vistas eran absolutamente indescriptibles, creo que es lo más bonito que he visto en mi vida, los halcones y los cervatillos que encontramos después fueron la guinda del pastel. Un silencio sepulcral era únicamente perturbado por la melodía de un viento que  era nuestro único acompañante.

Después de un par de horas disfrutando de las vistas y las millones de fotografías que hice además de comer unas pizzas que compramos en el pueblo decidimos bajar.

La bajada fue larga y cansinas, no tan llevadera como la subida, supongo que se hizo tan pesada porque no descansamos ni un segundo y acarreábamos el cansancio de la subida. El factor psicológico también era importante, por mucho que bajábamos solo veíamos el suelo, el equilibrio es importante, rocas, piedras, un falso movimiento y caes colina abajo, mentalmente debíamos estar preparados y concentrados en nuestros pasos no servían las distraciones.

Cuando llegamos a nuestro querido punto de partida aun hicimos una última parada. Cerca de esa montaña (cuyo nombre tampoco recuerdo) hay un parque de escaladores, estuvimos disfrutando del ejercicio ajeno unos pocos minutos antes de irnos.

La vuelta en coche era una llamada al dios Morfeo que gracias a las conversaciones puntuales todos pudimos esquivar. Antes de llegar a la casa, hicimos una ultima parada en una bodega. Anna y yo compramos dos vinos uno de ellos he de reconocer que estaba buenísimo con un toque afrutado y muy suave (su precio ni mas ni menos que 5 euros dos botellas). No se si sería por el cansancio o la sed que tenía pero me gusto, estaba ansioso por llegar a la casa y probar un vasito.

Al llegar a casa y después de invitar a Mattia y Daniel a cenar nos pegamos la protocolaria ducha, yo estaba rojo como un tomate, algo que se encargaron de recordarme todos, primero Timm y después los chicos de Taiwán (en cuanto llegaron de Livorno, se habían ido dos días a hacer turismo por Italia).

Para cenar disfrutamos de un merecidísimo plato preparado por Timm, arroz con carne y verduras, he de decir que lo disfrute y mucho. Estaba buenísimo (y comer algo que no sea pasta y/o verduras se agradece mucho).

Para rematar la noche, Shin había preparado unas hamacas en una parte del jardín, al acabar la cena Mocuo, Shin y yo disfrutamos de la lluvia de estrellas y la súper luna. La noche no decepciono pero el cansancio llamaba a la puerta y cuando calló la tercera estrella, nos fuimos a dormir. En el jardín quedaron Daniel, Anna y Mattia que mantenian una tranquila conversación.