viernes, 22 de agosto de 2014

Día 1: destino Glasgow

La mañana amanece en Barcelona, últimos preparativos para mi marcha, un desayuno ligero, una buena ducha, un beso a la nana y al aeropuerto. En este nuevo viaje dirección Glasgow-edimburgo, no voy solo, voy con unos amigos: Javi, Cristian, Marc y alberto. Este último me esperaba a las 12:15 al lado de mi casa para ir al punto de partida. Marc y Javi llegaron 20 minutos tarde, por suerte sugerí quedar a las 12:30 y no a las 13 como estaba previsto.

Una vez en casa de Cristian, su padre nos lleva al aeropuerto, tiene un taxi donde caben 8 personas (espero que no nos cobre el viaje). Llegamos al aeropuerto y me recuerdan un par de veces que es muy pronto, pero no importa, seguro que ya no perdemos el vuelo. Una vez allí damos una vuelta por las diferentes tiendas, haciendo tiempo hasta saber la puerta. Cuando anuncian en esas pantallitas azules donde debemos ir, descubrimos que la puerta 40 esta situada (por suerte) tras un control aduanero, una hermosisima policia, de ojos verdes nos revisaba el DNI.

Una vez en la puerta 40 y superado nuestro desamor con el cuerpo de policia de ojos verdes, vemos una cola inmensamente larga, no deben saber que los asientos estan numerados, alguien debería explicarselo. Entrando en el avión buscamos nuestros asientos, 25F era el mio, por error acabo en el 25A (del que me echan).

El vuelo es de 2h 45 minutos, es entonces cuando me di cuenta que había cometido un error al tomarme ese desayuno ligero, eran las 17:15 y no había comido, comenzaba a recordar la Toscana (por momentos). Referente al avión de RyanAir no es tan temible como los pintan, a parte de que no se entiende nada por los altavoces y de que te intentan vender el oro y el moro (tienen su propia lotería!), por lo demás está muy bien. Las vistas desde el avión cuando esquivamos las nubes eran de lo más interesante, prados verdes infinitos y en el horizonte, ¡más verde!.

Lo primero que hicimos cuando aterrizamos fue localizar y alquilar el vehículo con el que nos desplazariamos por tierras escocesas, un lujoso opel insignia con el volante en la derecha. Desde el primer momento tuvimos problemas con el coche, primero Marc con el maletero, después de 15 minutos intentando abrirlo descubrimos que Javi había cerrado el coche (por dentro). A la hora de ponerse en marcha no mejoró la cosa, por lo visto para que arranque hay que pisar el embrague y tardamos un rato en entender como funcionaba.

Con el coche en la carretera, el aeropuerto atrás, glasgow como destino y el GPS  (marca Garmin ideal para dar una vuelta por europa porque fijo que apareceis en cualquier sitio menos donde ibais) en marcha todo estaba listo para comenzar a perdernos. Después de que nuestro conductor (Cristian) se "habituara" a conducir por la derecha centramos toda nuestra atención en localizar el hostal (en realidad solo Cristian y Javi, los demás pasamos bastante). El GPS (marca garmin muy recomendable para dar una vuelta por europa, porque fijo que os perdeis)  de Javi y el mismo no ayudaron demasiado cuando este llevó la contraria a lo que decía el GPS, tanto con gestos como con palabras, por ejemplo: el GPS decía izquierda, izquierda e izquierda otra vez (si tres veces seguidas) y Javi señalaba a la derecha, entre eso y que Cristian estaba un poco nervioso disfrutamos de un viaje en coche de 1h y 30 min de lo más interesante. Alberto mientras tanto amenizaba las vueltas en coche por las mismas calles una y otra vez pidiendo pistolas, en verdad quería pastillas, nunca entendimos el porque de la confusión.

Cuando llegamos al hostal eran las 18-19 realmente no lo se porque no he cambiado la hora del reloj y aquí es una hora menos (creo). Estubimos esperando al tio de recepción un buen rato, cuando apareció era de lo más pintoresco, vestía una camiseta blanca, unos tejanos y unas convers, era rubio y llevaba una coleta, tenía un par de tatus un poco horteras. Nos enseñó como funcionaba todo y un poco el local y la habitación. Creo que es uno de los sitios mas cerdos que he visto, moqueta llena de mierda, camas sucias y con residuos de posibles heces,  sangre o vete tu a saber que.

Con el atardecer salimos a dar una vuelta por los alrededores del hostal, nuestro primer plan de visitar un cementerio próximo se había visto truncado por los retrasos sufridos, estaba cerrado. Frente a estos imprevistos nos vimos obligados a improvisar, primero buscamos un super para comprar pan, bebida y algo que llevarse a la boca. Una vez con provisiones visitamos la universidad de glasgow, cual castillo de harry potter, después paseamos por un inmensidad de parques y zonas verdes, comparables en número solo con las iglesias,  vimos unas cuantas.

Al terminar nuestro paseo decidimos hacer honor a la tradición escocesa y tomar unas birras, son jodidamente cara 2 libras la pequeña y 4 la grande al menos son mejores que las italianas. Después de arreglar el mundo y cuando la lluvia (que no cesaba) aflojo  fuimos al hostal. Allí conocimos a un irlandes, con el que intercambiamos dos palabras, después aparecieron dos francesas, pero con estas ni hablamos.

La habitación era para 8 y estaba mucho peor de lo que la recordabamos. Una moqueta con  mucha historia y el doble de años que nosotros juntos, compartía protagonismo con el olor a "flores silvestres" de la habitación y la abundante mierda. Por suerte solo sería una noche y aun teníamos nuestra guía de la editoríal bolt espargaró que nos conduciría (o eso esperabamos) a nuestro próximo destino donde deseábamos que cumplieran las necesidades básicas de higiéne.

PD: Disponemos de una guía diseñada y editada por Cristian de la editorial Bolt espargaró. Nos educa con consejos básicos sobre el viaje, lugares que visitar,  y como hacerlo, siempre con un toque de humor e ironía.

Esta guía es definida por muchos como: Sutilmente brillante con un toque ácido de ironía.

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