sábado, 20 de septiembre de 2014

Día16: un día raro


Sonaba el despertador y eran las siete de la mañana, bajaba al comedor y solo me encontraba al hijo de Glenda preguntando por su madre, le dije que estaba meditando, pero obviamente no hizo caso y siguió a lo suyo. Las demás estaban durmiendo así que me limité a jugar con mi móvil en el comedor, digo jugar porque el wi-fi lo capan así que no puedo conectarme demasiado.

En un momento de la mañana el niño se puso a cantar, bastante alto, fue entonces cuando la madre bajo corriendo y consoló su soledad. Las chicas no tardaron en despertarse. Cuando estuvimos todos, Glenda preparó el desayuno. Hizo una especie de arroz o puré de pipas, no se algo cocido, pero estaba malísimo e insípido, lo había probado en casa de Timm y no me convencía.

Mientras desayunamos, Glenda nos invito a meditar cuando en el horario lo dijera obviamente, después de desayunar tocaba trabajar. Estuvimos limpiando ventanas cual karate kit limpiar encerar.

Antes de comer un poco de verduras con caldo, vamos una especie de sopa de verduras, yo hablaba por teléfono cuando todos desaparecieron, los busqué por todas partes, la comida estaba en la mesa, cuando descubrí que estaban meditando. Estuvieron ni mas ni menos que una hora. La comida mientras se enfriaba en la mesa.

Después de su meditación comenzamos a comer, tenían todas una cara de empanadas que nos aguantaban, encima Glenda que parece que vaya fumada todo el día os podéis hacer una idea de la situación.

Una vez acabamos de comer volvimos a limpiar para completar las 5 horas de trabajo diarias, uno de los niños de la familia que vive en la  otra casa nos dejó unos altavoces para poder escuchar música mientras hacíamos nuestras tareas, es una buena persona.

Cuando acabamos, teníamos aun que currar un poquito más, estuvimos separando la mierda para reciclar que guardan en una de las casas y era mucha mierda, por suerte, después fuimos a la casa donde estaba el chaval, nos quería invitar a creps. Estaba preparándolas para su amigos de clase pero no tuvo problemas en compartir. He de decir que estaban buenísimas y con nutella ganaban mucho, me comí al menos cinco, no sabía si cenaríamos obviamente.

Cuando acabamos con las creps, decidí pegarme una ducha, más que nada para combatir el frio y quitarme el olor de haber trabajado con mierda, cuando salí, en el horario tocaba compartir, no sabía muy bien de que se trataba. Fuimos todos a la planta de arriba, nos sentamos en la sala de meditación y en circulo durante 5 minutos cada uno decía lo que pensaba, obviamente todo era bueno. Lo más raro fue cuando acabé, me sobró un minuto y medio así que Glenda me pregunto si me gustaban los masajes, obviamente conteste con una afirmación. Entonces ella insistió en que me estirara en medio de las cuatro, no daba crédito a lo que escuchaba, asé que tras insistirme un par de veces me estiré obedientemente. Se pusieron alrededor mío y comenzaron  hacerme un masaje, para mi y para las otras tres chicas fue algo rarísimo.

Superado el trauma, para cenar hicimos, o hicieron, sobretodo Sarah la chica alemana, una especie de burritos solo de verduras, está comenzando a sentarme mal comer tanto verde.

Durante la cena el chaval que vive en la otra casa, el mismo de las creps, no recuerdo su nombre, nos trajo su tele y una peli para ver. Disfrutamos de la cena, he de decir que estaba buenísima, mientras veíamos algo muy cutre sobre vampiros, magos y hombres lobo. Sin duda fue un día raro.

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